De que factores depende el éxito en la siembra de trigo

La clave del cultivo de trigo comienza por la correcta elección de la semilla, su ciclo, su calidad de siembra y la correcta cantidad de plantas obtenidas por metro cuadrado, de manera que, luego de la etapa de macollaje, se pueda contar con una optima cantidad de espigas por metro cuadrado. Este es el principal componente del rendimiento ya que actúa directamente sobre la cantidad potencial de granos por metro cuadrado cosechado.

El inicio de todo este ciclo es partir de una semilla de alto poder germinativo y vigor, pero esto de nada sirve si el curasemilla no tiene las características para protegerla de agentes patógenos o bien del complejos de insectos y gusanos de suelo.

Las condiciones de germinación de un cultivo de trigo suelen estar dominadas por la alta humedad y la baja temperatura, lo que causa demoras en la emergencia y la alta exposición a agentes que puedan afectarla.

La empresa Rotam presentó recientemente a Kava®; un curasemilla formulado en base a Imidacloprid y Tebuconazole que le provee a la semilla y a la plántula protección frente al ataque de insectos y enfermedades que se transmiten por semilla, como así también frente a los ataques tempranos -en las primeras etapas del cultivo- que pueden afectar su vida útil. El Imidacloprid es un  insecticida derivado de las nitroguanidinas que actúa por contacto, ingestión y por vía sistémica, afectando el sistema nervioso de los insectos de suelo y ocasionándoles la muerte. El Tebuconazole es un fungicida sistémico de efecto preventivo, curativo y erradicante que inhibe la biosíntesis del ergosterol de los hongos, impidiendo su multiplicación.

La parte insecticida de Kava® protege al cultivo de plagas como Gusanos blancos, Gusanos alambre, Pulgón ruso, Pulgón verde y Gorgojo del trigo.Por su parte el Tebuconazole protege a la planta de Fusariosis (Fusarium graminearum), Carbón volador o desnudo (Ustilago nuda sp. Tritici) y Carbón hediondo o cubierto (Tilletia spp.)

 

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