Suicidio: una salida hacia ninguna parte

La Dra. Mónica García Mazzotta, Jefa delServicio de Psiquiatría y Psicología de Grupo Gamma y Subdirectora del Centro de Neurociencias Los Manantiales, nos acerca información sobre cuáles son los factores de riesgo a tener en cuenta para prevenirlo. 

Cada año en el planeta mueren por suicidio casi un millón de personas, una cada 40 segundos. Esta determinación se toma en situaciones de extrema angustia y desasosiego, cuando los sujetos  no encuentran otra salida, o previa planificación con el cuidado meticuloso de todos los detalles. Los grupos etarios en que la incidencia es mayor son la adolescencia y vejez.

 

El abanico de situaciones clínicas que pueden devenir en un intento suicida es sumamente amplio y sería pretencioso presentarlo en un escueto artículo. Lo que podemos aseverar es que los factores de riesgomás frecuentes, asociados al acto suicida, son:

  • Los trastornos psiquiátricos, principalmente la depresión, y los trastornos del humor.
  • El uso de sustancias adictivas, particularmente el alcohol, el cual es detectado en sangre hasta en el 33% de autopsias de sujetos fallecidos por esta causa.
  • Otro factor, es el asociado a padecimientos físicos, sobre todo cuando ocasionan dolor crónico, desfiguración o pérdida de la funcionalidad.
  • El antecedente familiar de conductas suicidas,  especialmente cuando el antecedente suicida en cuestión es la madre.
  • El antecedente de intentos de suicidio personales previos, aumenta el riesgo de un nuevo intento.
  • Las familias o grupos sociales “disfuncionales” con borramiento de roles y la falta de códigos y pautas sociales contenedoras en los adolescentes y la viudez, soltería y sexo masculino en el anciano se suman a esta incompleta lista.

En la actualidad, contamos con adecuados recursos farmacológicos y psicoterapéuticos para prevenir el suicidio tratando la patología subyacente. Detectar los cambios de conducta o hábitos de nuestros seres queridos, consultar a los profesionales de la salud y brindar contención familiar y en el grupo de pertenencia de estos pacientes, es lo adecuado cuando se disparan las señales de alarma.

Fuente:  Dra. Mónica García Mazzotta, Jefa del Servicio de Psiquiatría y Psicología de Grupo Gamma

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