Advierten disparidades en la aplicación de la Ley de Ordenamiento Territorial

La Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) advirtió que transcurridos seis años desde la sanción de la Ley Nº 26.331, de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN), existe una gran disparidad de criterios utilizados por cada provincia de la Argentina para su implementación.

“Existe una gran disparidad en la interpretación de los criterios de sustentabilidad ambiental, calidades técnicas contrastantes y un bajo nivel de coherencia entre las categorías de conservación”, señaló Agustina García Collazo, investigadora del Departamento de Métodos Cuantitativos de la FAUBA, quien realizó un informe publicado en agosto de 2013 en la revista de Ecología Austral, junto a un equipo de investigadores coordinado por José Paruelo, director de la carrera de Ciencias Ambientales de la FAUBA.

“Hay zonas donde las categorías para zonificar el bosque (según colores rojo, amarilla y verde) cambian abruptamente entre provincias, incluso en aquellas que comparten ecorregiones, y pocas son las provincias que han explicitado la metodología empleada para arribar a la zonificación a partir de los criterios de sustentabilidad ambiental establecidos en la Ley, dificultando la replicación del proceso”, agregó.

La Ley Nº 26.331constituye la primera experiencia a nivel nacional de ordenamiento territorial que regula cambios en el uso del suelo de un tipo de cobertura en particular, los bosques nativos, y aspira a promover la conservación y la regulación de la expansión de la frontera agropecuaria.

En 2007, este instrumento legal permitió que las provincias suspendieran los permisos de desmonte, que en los últimos 10 años se habían incrementado de manera exponencial. Según datos de la Dirección de Bosques de la Nación, mientras que entre 1987- 1998 se deforestaban 180.000 ha/año, en el período 1998-2002 esa tasa se incrementó a 235.100 ha/año.

De acuerdo a información elaborada por INTA Salta a partir del uso de satélites, en los últimos 30 años se desmontó el 26% del total de bosques existentes a fines de los ’70. En tanto, a fines de 2007, frente a la inminente sanción de la Ley Nº 26.331, se registra el valor más alto de la historia, con una tasa de desmonte de 2,1% anual.

La Ley de Ordenamiento Territorial establece tres categorías para zonificar el bosque. De acuerdo a la legislación nacional, no se permite desmontar las categorías I (marcadas con rojo) y II (con amarillo).

“No obstante, pese a que la mayoría de las provincias sancionaron una ley provincial de OTBN, la falta de un protocolo de trabajo estandarizado y consensuado, junto con el bajo nivel de acuerdo en las zonificaciones provinciales, habría conducido a una desarticulación a nivel regional, agudizada frente a la interpretación dispar de los criterios de sustentabilidad ambiental y las diversas modalidades de aplicación de la ley”, afirma el informe de la FAUBA.

Además, advierte que “en el noroeste argentino, la mayoría de las provincias (Jujuy, Salta y Tucumán, a excepción de Santiago del Estero) contemplaron los 10 criterios de sustentabilidad ambiental previstas por la Ley. En la región noreste y de Cuyo únicamente los informes de Corrientes y Mendoza consideraron todos estos criterios. Mientras que la región Patagónica, en ningún caso se evidenció el empleo de todos los criterios. En referencia a la metodología empleada para la valoración de los criterios, las provincias que han hecho explícitos los métodos utilizados sólo han sido Corrientes, Mendoza, Tucumán y San Juan”.

La investigadora de la FAUBA destacó el valor de la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, debido a que, por primera vez en la Argentina, se reconoce jurídicamente a los servicios ecosistémicos que brindan los bosques, como, por ejemplo la regulación hídrica, la conservación de la biodiversidad, del suelo y de la calidad del agua, y la defensa de la identidad cultural, entre otros aspectos.

Además, García Collazo destacó que la Secretaría de Ambiente de la Nación, encargada de aprobar los ordenamientos territoriales propuestos por cada provincia (para que puedan acceder al Fondo Nacional para la Compensación de Bosques Nativos), reconoce todos estos problemas y ha establecido los contenidos mínimos de los planes técnicos, que acompañan a los mapas de zonificación.

En este marco, en abril de 2013 la FAUBA, el Ministerio de Agricultura de la Nación y la FAO organizaron un Taller de Ordenamiento Territorial Rural en instalaciones del INTA Chile, coordinado por José Paruelo, Agustina García Collazo y Hernán Dieguez, también docente de la Facultad de Agronomía de la UBA, con la presencia de profesionales de todo el país, provenientes de los ámbitos políticos y académicos.

Este taller generó las bases del libro “Ordenamiento territorial rural: conceptos, métodos y experiencias”, que resume el estado de esta problemática en el país y provee una guía metodológica para su abordaje a nivel municipal.

Actualmente, la Licenciatura de Ciencias Ambientales de la FAUBA está realizando la segunda edición del curso de Ordenamiento Territorial Rural, en el cual se realiza una revisión de los marcos conceptuales y herramientas disponibles para su abordaje, los marcos legales existentes, las metodologías para la elaboración de planes y la realización de un ejercicio de ordenamiento territorial a nivel de municipio rural. Algunas de estas experiencias también fueron sistematizadas en el libro.

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