Dos ruedas, batería cargada y a la calle

Subido a la ola ecológica y de vida saludable, Gabriel Muñoz, espera facturar $ 4,5 millones este año. Y ya planea un monociclo. 

En la Argentina, ningún vehículo cero kilómetro se vende tanto como la bicicleta. Al menos, ninguno en los últimos cinco años. En 2013, se comercializaron 900.000 automóviles (récord histórico), 750.000 motocicletas y 1.850.000 bicicletas. Las hay para damas, caballeros, adultos, niños. Playeras, de paseo, deportivas, plegables. Y desde hace muy poco, también eléctricas. El caos de tránsito, el aumento del combustible, la búsqueda de una vida más sana y el auge ecológico explican en gran parte el renovado furor por la tracción a pedal. Desde distintos municipios se fomenta la utilización de bicicletas. La Ciudad de Buenos Aires construyó 117 kilómetros de bicisendas, o carriles exclusivos. En Rosario, Córdoba y algunas localidades de la Provincia de Buenos Aires también habilitaron ciclovías. Desde el Ministerio de Industria aseguran que el 98% de estos rodados se fabrica o ensambla en el país. Al boom ciclista se subieron desde fabricantes de neumáticos y bocinas hasta compañías de seguros. Desde dueños de bicicleterías de barrio hasta diseñadores industriales.

El último 9 de agosto, Gabriel Muñoz, creador de E.mov (energía en movimiento), se transformó en el primer empresario argentino en fabricar bicis eléctricas. Por las calles argentinas ya circulaban algunos rodados impulsados a 220 v, made in China, y declarados en aduana como objetos personales (está prohibido con fines comerciales). Y otros, bastante más audaces –y arriesgados, quizás–, habían insertado motores eléctricos al rodado tradicional.

Muñoz siempre supo que la bicicleta lo podía llevar lejos. Y motorizada, aun más. “En Shanghái circulan millones de bicicletas eléctricas, en Madrid hay un sistema municipal muy interesante de alquiler de rodados con cargadores callejeros, en Alemania fabrican 300.000 por año. La Argentina, y particularmente Buenos Aires como gran urbe, no se podía quedar afuera de este fenómeno”, asegura.

En 2007 Muñoz comenzó a importar kits para transformar bicicletas en bicimotores. Equipos nafteros de 48 cm3 (el mismo motor que utilizan los ciclomotores convencionales). Un año después, regó el mercado local de motores eléctricos para adaptar bicicletas. El negocio era un relojito, sus pro ductos estaban en los mostradores de todo el país. Pero en la cabeza de este diseñador en comunicación visual una idea daba vueltas y vueltas: la primera bicicleta eléctrica 100% argentina. La visualizó, la bocetó, pero no encontraba la forma de arrancarla del plano de las ideas.

En 2009 surgió la posibilidad de participar de NAVES, una competencia organizada por Universidad Austral, donde profesionales acompañan a los emprendedores a transformar sus ideas en proyectos concretos. Muñoz presentó su plan de negocios, definió la marca, conceptualizó el producto, realizó estudios de mercado, y con el empujón de la beca y US$ 70.000 de inversión, el proyecto pasó a la etapa de producción.

“Es ahí donde aparecieron los grandes problemas. Lleva mucho tiempo, y más en este caso que diseñé desde el cuadro y el asiento hasta el último botón. Matricería. Componentes. Insumos. Pero bueno, por suerte ese proceso terminó”, se entusiasma Muñoz.

EN 2013, E.MOV llegó a la final de los premios Innovar que otorga el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. Fue presentada en Tecnópolis y en distintas ferias municipales. El lanzamiento comercial se iba a realizar a fin de 2013 pero los vaivenes económicos y la devaluación de principios de este año hicieron que Muñoz sacara los pies de los pedales por un tiempo. Recién en agosto de 2014 salió a la venta, a un costo de $ 8.000. Fue un éxito rotundo: las primeras 45 unidades disponibles se agotaron como pan caliente. “El precio es bueno. Hay celulares que valen el doble. Mi sueño es que los comercios la puedan ofrecer en 12 cuotas con tarjeta de crédito. Además, como consume tan poco, con $ 1 de electricidad recorre 400 kilómetros, la inversión se amortiza a corto plazo”, resalta Muñoz.

En poco tiempo, lo llamaron para asociarse, para exportar y para nuevos negocios. Por el momento él prefiere ir despacio, no quiere que el primer viento de costado le haga perder el equilibrio. Fabrica y vende. Promete y cumple. Con esa estrategia tiene estipulado cerrar el primer año de E.mov con una facturación superior a los $ 4,5 millones. Todo sostenido en una empresa familiar, que es más familiar que empresa y elección meticulosa de las compañías que materializan el producto. El mes próximo, inaugurará un showroom en La Plata. Los distribuidores y puntos de ventas se encargan de brindar el service.

¿Qué diferencia a la E.mov de una moto eléctrica? La E.mov tiene pedales: si el usuario así lo quiere, puede andar sin necesidad de encender el motor. También puede combinar ambos sistemas. De esta manera, a medida que pedalea, la batería aumenta su rendimiento promedio (de 30 a 50 kilómetros). Por otro, lo reglamentario: no paga patente, no es obligatorio contratar un seguro y tiene permitido circular por bicisendas. Y por último, lo económico: la E.mov vale la mitad que una moto eléctrica.

El modelo standard viene completo. Tiene una potencia de 350 W y alcanza un promedio de 32 kilómetros por hora, cuenta con leds blancos delanteros y traseros rojos, cambios Shimano de 18 velocidades y frenos Vbrake. Además de batería en gel de 36 V, que en 7 horas completa su carga (a 220 v) y en 3 horas el 60%. Viene en colores blanco y negro. A pedido se la puede solicitar con un motor más potente (de 750 W), batería de litio (rinde más kilómetros y soporta más cargas) y personalizada.

La aparición de la bicicleta eléctrica amplía aun más la frontera del rubro de los pedales. La bicicleta estuvo asociada durante mucho tiempo a la recreación, el deporte y a los paseos de fin de semana. Desde la Cámara Argentina de Comercio e Industria de la Bicicleta, Partes, Rodados y Afines (COMMBI) sostienen que después de la crisis de 2001, muchos de los que tuvieron que vender el auto por no poder solventar los gastos encontraron en la bicicleta un medio de transporte. Con la recuperación económica, algunos volvieron al automóvil, pero otros prefieren no perder tiempo en un atascamiento de tránsito o en buscar un lugar para estacionar. Este nuevo crecimiento ventas, que se aceleró desde 2008, no surgió, como aquel de 2001, de una necesidad económica. El furor es parte de una transformación cultural: la bicicleta es un medio de transporte económico, ecológico y por sobre todo saludable. En este sentido, Muñoz comenta que “E.mov sube a más gente a la bicicleta. Además de las que siempre la utilizan, ahora pueden hacerlo personas con algún problema de salud, ya que no es imprescindible pedalear, o las que por el tipo de ocupación que tienen deben llegar a su trabajo sin transpirar”.

A futuro, sueña extender el concepto de su bicicleta eléctrica a otros productos. Trabaja en el diseño de un monociclo 100% portable, capaz de plegarse hasta quedar del tamaño de una resma A4. Imagina un medio de transporte seguro, ecológico, económico, apto para utilizar en combinación con las vías de acceso más rápidas a los centros urbanos (bicisendas, Metrobús y subterráneos). Igual, por el momento no quita los ojos de la producción y comercialización de E.mov. Un emprendimiento que, con un poco de pedal, marcha sobre ruedas.

Fuente: Forbes Argentina

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