Una lucha mundial por agregar valor

“El mundo hoy es una jauría, nadie abre sus mercados, todos protegen las producciones de sus países “dijo Roberto Urquía.

“Logros de la Cadena” fue uno de los paneles del Seminario Acsoja 2018 que se desarrolló en la Bolsa de Comercio de Rosario con referentes de empresas y cámaras del sector participando de un contrapunto en torno a la consigna convocante: realizar un “Balance de un cuarto de siglo y los desafíos para el mediano plazo”.

Aunque la incertidumbre económica en el plano coyuntural y el efecto de la última sequía fueron temas obligados, los discursos pusieron más énfasis en las críticas al gobierno nacional por la aplicación de aranceles diferenciales a la soja en el esquema de retenciones, en el impulso de una nueva Ley de Semilla y en la necesidad de apostar al desarrollo investigativo para comenzar a compensar la ventaja que competidores como Brasil y Estados Unidos sacan al país.

Roberto Urquía, de AGD, fue el primero en señalar este último déficit desde el punto de vista de la molienda de soja. Dijo que junto al desarrollo de la soja en el país en los últimos 15 años se triplicó la capacidad de molienda pero advirtió sobre el impacto negativo que el arancel diferencial representa para acompañar esta tendencia en el escenario internacional atento al posicionamiento de los competidores para satisfacer la demanda de proteína de soja. “Espero que desde el Ministerio de Agroindustria rectifique rápido este rumbo y que entienda que hay una lucha en el mundo para agregar valor y sumar fuentes de trabajo. Los países llevan materia prima y agregan valor dentro de sus fronteras”, dijo, y sentenció: “El mundo hoy es una jauría, nadie abre sus mercados, todos protegen las producciones de sus países. Si nosotros abrimos el mercado no nos van a responder de la misma forma: nos van a violar y a llevarnos todo”.

Al respecto, Urquía citó el leitmotiv del presidente Macri para graficar las consecuencias que puede tener seguir con estas políticas: “Eso de ser el supermercado del mundo parece que la gente que lo acompaña no lo entiende”, agregó. Por otro lado se refirió a los problemas de calidad que tiene el poroto de soja y que se expresa en un escaso aporte de proteína. Recordó que la industria aceitera descascara la soja para aumentar la proteína y llegar a mercados que la demandan. “Si exportamos solo porotos tendremos mucho rechazo de los de mala calidad. Es importante tener una industria eficiente, cubriendo su capacidad de molienda para ser competitiva”, dijo y graficó el potencial que hay en la industria aceitera argentina mencionando que se espera una molienda de 30 mil toneladas diarias mientras Estados Unidos 5 mil y Brasil 4 mil. Para cerrar, destacó el trabajo que viene realizando el país en materia de infraestructura y logística. En ese sentido consideró importante el avance en puertos y destacó el trabajo que hace Santa Fe utilizando biodiesel para el transporte urbano de pasajeros.

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