Sequía, cenizas y presión impositiva jaquean la producción ovina

“Las cuestiones por las que sufre hoy la actividad ovina son varias: sequía, cenizas, presión impositiva, menos gente dispuesta a quedarse y trabajar en los campos, y un problema coyuntural de la actividad donde si no hay un apoyo por parte de los Gobiernos provinciales y nacional se hace muy difícil para que el productor logre una rentabilidad.Es decir, mil cabezas u ovejas hoy en día no permiten que sea rentable. Ni siquiera se puede tener un empleado. Los únicos rentables son las grandes estancias, que son pocas, y que tienen muchas cabezas, pero hoy en día el productor chico o mediano le cuesta muchísimo, y en muchos casos se ven obligados a cerrar y a dedicarse a otra cosa”, señaló al programa de radio  “Siempre que llovió…, paró”, Maximiliano Knüll, delegado de la SRA en la Patagonia.
 
“Hay un panorama complicado para la producción ovina. En general se sigue corriendo hacia el sur, con provincias donde ya no queda producción, como en Neuquén. Y cuanto más al sur nos vamos hay mayores inclemencias climáticas, con una producción mucho más castigada, y en muchos casos con precios que no acompañan. Tenemos provincias donde la rentabilidad de la producción ovina es tan baja que tenemos campos abandonados. Esto genera una baja en la producción, pero más grave aún es el problema social. A todo esto, hay una gran preocupación de las entidades que agrupan a los productores, tratando de difundir nuevamente la producción e impulsarla. Entre esas actividades, y después de muchos años de trabajo, lo que se ha logrado es la firma del protocolo de Indicación Geográfica del Cordero Patagónico (IG – CoP) que creemos que le puede dar un gran impulso de vuelta a la producción ovina”, señaló Knüll para Radio Colonia.
 
Consultado sobre los principales problemas que aquejan a la actividad destacó que “Creo que es más un problema interno que externo. Necesariamente, entonces, tiene que haber una ayuda por parte del Estado. En las últimas reuniones a lo que mayor impulso le hemos dado es a un convenio de corresponsabilidad gremial para disminuir un poco la carga impositiva y atado más al resultado productivo. Durante la gestión Yauhar, la Mesa Nacional de la Patagonia se reunía junto con el Ministerio de Agricultura y Gobiernos provinciales y varias de las entidades (SENASA, INTA), y se logró un marco de dialogo bastante bueno. Por lo menos había un espacio de dialogo. La conclusión que sacamos es que hay un gran problema con el guanaco y por otro lado con la presión impositiva. Desgraciadamente la Mesa ha desaparecido, y si bien hay promesas de volver a reanudarla y juntarse, no lo hemos logrado todavía en esta gestión”, finalizó. 
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