¿Que dice la carta del vicepresidente de Monsanto a la comunidad?

A continuación, la carta del vicepresidente de Monsanto Argentina, Pablo Vaquero, a la comunidad de Malvinas Argentinas, en Córdoba, donde la firma tiene parado por protestas de activistas ambientalistas el proyecto de una planta de embolsado de semillas.

Estimado/a,

Deseo expresarle la firme vocación de Monsanto por recrear correctos y fructíferos lazos con usted y con toda la comunidad cordobesa y en particular de la localidad de Malvinas Argentinas. Por este motivo queremos informarle en qué estado se encuentra nuestro proyecto de construcción de una Planta de Procesamiento de Semillas en dicha ciudad y ponernos a su disposición para iniciar este camino de diálogo.

Monsanto viene trabajando desde hace 50 años en Argentina y somos más de 1200 argentinos los que diariamente llevamos adelante esta empresa. Cuando logramos que nuestra casa Matriz eligiera al país para instalar esta nueva planta, nos llenamos de orgullo y de alegría. Luego fue el turno de determinar la provincia con mejores condiciones para realizar la inversión y allí resultó seleccionada Córdoba por su posición estratégica, su liderazgo en el sector agropecuario, su capital humano y su infraestructura física e institucional. Malvinas Argentinas era una localidad que cumplía con todos los requisitos.

Entendimos que una inversión de más de 1500 millones de pesos, con la creación de 400 puestos de trabajo y todo lo que trae aparejado, sería una buena noticia para todos y especialmente para los cordobeses. La cuestión ambiental no presentaba ningún condicionante, no sólo por la naturaleza de la actividad (el embolsado de semillas de maíz) -tarea que ya es realizada por más de 40 plantas funcionando en todo el país-, sino además porque desde siempre hemos cumplido con los más altos estándares internacionales en las otras plantas que nosotros operamos.

Recibimos las indicaciones tanto de las autoridades provinciales como municipales para avanzar con todas las autorizaciones pertinentes y cuando las tuvimos comenzamos a construir la obra. Pero luego, tal vez por errores involuntarios que hemos cometido de comunicación o de otro tipo, fuimos viendo cómo esta inversión iba recibiendo críticas de diversos sectores y el reclamo de activistas, incluso con marchas y demostraciones públicas.

En Septiembre del 2013, un grupo de personas decidió bloquear el ingreso a la obra y han permanecido allí con todos los riesgos y la precariedad que eso supone, generándose incluso hechos de violencia entre estos activistas y trabajadores de la planta o la policía.

En el mismo marco de esta falta de una comunicación adecuada, no quisimos refutar cada una de las informaciones erróneas que surgieron respecto de la probabilidad de que esta planta contamine o no, de los efectos de la utilización de la biotecnología aplicada al agro o incluso sobre el modelo agropecuario en general. Pero nos parece que no es bueno seguir profundizando este conflicto y estas distorsiones. En los últimos días recibimos la notificación de las nuevas autoridades de la Secretaría de Ambiente del Gobierno de Córdoba, que nos obliga a un nuevo estudio de impacto ambiental más profundo.

Aunque las observaciones eran respecto de detalles de su funcionamiento y no sobre la posibilidad de algún tipo de contaminación, hemos preferido -sin embargo- no discutir en términos administrativos ni judiciales la decisión y aprovechar la instancia para disponernos a desandar un camino que hasta ahora ha estado signado por conflictos y desencuentros, para emprender uno nuevo en el que logremos llevar garantías y confianza a toda la población.

Por eso, y en función del anuncio del Gobernador respecto a una actualización de la legislación en materia ambiental que dé garantías a la sociedad, vamos a comenzar de cero un nuevo estudio de impacto ambiental, que contenga todos los nuevos requerimientos que establezcan no sólo las autoridades sino también instituciones independientes convocadas al efecto. Mientras tanto, no avanzaremos con la construcción de la obra.

Realizaremos, además, un estudio ambiental de “base cero”, que monitorea las condiciones actuales del agua, del aire y del suelo de la zona, con el compromiso de que no sean modificados con la operatoria de la planta, so pena de detener su funcionamiento si no se cumpliera dicho compromiso.

Ambos estudios servirán de antecedente a la audiencia pública que esperamos se realice según  establece la Ley Nacional y que también será incorporada como exigencia en las nuevas leyes provinciales propuestas por el Gobernador.

Creemos que lo más importante de este proceso que iniciamos es esforzarnos por superar el conflicto social y el enfrentamiento, y ser capaces de participar desde el inicio en un diálogo convocado por el gobierno junto con los vecinos y las instituciones que plantean inquietudes, dudas y oposiciones respecto de la instalación de la planta.             

Todos tenemos que poner nuestro granito de arena a favor de la reconciliación y la convivencia social. Nos preocupa que estas personas que están acampando frente a nuestra obra, más allá de cuál sea la causa que los motiva, sigan sufriendo las inclemencias del tiempo y estén expuestos a todo tipo de riesgos. Es importante que obtengan todas las garantías necesarias de que la planta no contaminará y de que el proceso se hará con la participación y control de todos los interesados, de manera que puedan volver a sus hogares y a sus actividades habituales.

Sería muy bueno que esta necesidad de instaurar el diálogo sea subrayado también por todos los sectores, instituciones y referentes.

Estamos trabajando con un equipo especial de Córdoba para desarrollar nuestros vínculos institucionales y con la comunidad. Y estamos a su disposición para escuchar sus inquietudes y sugerencias.

Queda abierta la invitación para que se sume a los viajes que estamos haciendo en forma periódica y a nuestro cargo para conocer nuestra planta de Rojas, Provincia de Buenos Aires, que está operando hace 20 años sin ningún tipo de inconvenientes, y para ver cómo opera un proyecto de este tipo.

Pablo Vaquero

Vicepresidente Monsanto Argentina

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