Las heladas tempranas amenazan al maní

Un mes de febrero cargado de precipitaciones en gran parte de la provincia de Córdoba, con períodos extendidos de días nublados y temperaturas frescas que impiden su normal desarrollo, imposibilitaron en gran parte de la zona núcleo manisera comenzar con la siembra temprana del cultivo durante octubre. Sólo a modo de ejemplo, en la zona de General Cabrera, durante el mes pasado, se produjeron lluvias por más de 250 mm de agua, una cifra que supera el registro de lluvias de los últimos 40 años en la zona. 

Sin embargo, hay que aclarar también en este contexto, que el sur de la provincia (zona manisera también) tuvo un extenso período de sequía que duró hasta principios de febrero, pero que con las últimas lluvias mejoró en gran parte su estado de cara a la cosecha. “En el área central de la provincia de Córdoba, desde Río Cuarto y hasta General Deheza el maní está en condiciones de muy bueno a excelente, pero hay una zona intermedia al sur de Río Cuarto y hacia Vicuña Mackenna, que estuvo regular por falta de lluvias y recién hace poco se empezó a recomponer. Por otra parte, lo que es el sur de la provincia (Depto. General Roca), no tuvo suerte con las precipitaciones a principio de año y habrá que esperar para ver realmente los resultados finales para esa zona. Si bien se ha recompuesto a nivel general con las últimas lluvias, se estima que entre 10% y 20% no se va a poder recuperar en este departamento”, destacó el Ing. Agr. Carlos Pedelini, jefe del INTA Gral. Cabrera.

Además, sabiendo que el maní no tolera el frío extremo, una de las grandes preocupaciones pasa por la calidad final que contará el cultivo si las heladas del otoño se anticipan u ocurren tempranamente. “Si llegamos a tener una helada en cualquier día del mes de abril, inmediatamente habrá que arrancarlo, en las condiciones de calidad y madurez en la que se encuentre, por lo que necesitaríamos tener un otoño cálido”, remarcó Pedelini.

Frente a este posible escenario, el último  informe de perspectivas climáticas extendidas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, elaborado por el agroclimatólogo Eduardo Sierra, indica que en el lapso comprendido del 3 al 9 de abril se producirán en primera instancia vientos del norte, que provocarán un lapso cálido y húmedo. Paralelamente, los vientos del norte producirán precipitaciones de frente cálido, es decir sin que se reduzca la temperatura, de moderada intensidad y posteriormente comenzará el paso de un frente frío, que provocará precipitaciones intensas sobre gran parte de la región pampeana, que arribará con precipitaciones abundantes a muy abundantes (25 a 75 mm), con focos de tormentas severas, con riesgo de granizo, vientos y aguaceros torrenciales.

Una demanda pendiente
En un cultivo tan competente y tecnificado en sus procesos de producción parece ser una demanda pendiente el desarrollo de nuevos cultivares, de ciclos más cortos, que en campañas como la actual permitan acortar el ciclo para evitar heladas madrugadoras. “No tenemos nada nuevo lamentablemente para afrontar estas condiciones de siembra, y es una tarea pendiente aún en el sector, incluso cultivares más adaptables para las nuevas zonas productoras hacia donde se expande el cultivo. Lamentablemente los que se traen de afuera, por ejemplo de EE.UU, tienen un ciclo muy largo, de unos 160 días, y necesitamos variedades de ciclos más cortos, más adaptables a nuestro verano, y es necesario hacerlos en el país. Sabemos que lleva mucho trabajo sacar nuevos cultivares, y esperamos que en algún momento se puedan obtener para enfrentar estos inconvenientes”, destacó el jefe del INTA Gral. Cabrera.

Precios más acomodados en un mercado con mucha oferta
Para la cosecha 2014, y según cifras de la Bolsa de Cereales de Córdoba, durante esta campaña se implantaron 346.000 has. “Esto responde a lo cultivado en la provincia de Córdoba, pero también lo de La Pampa y algo de Buenos Aires. Implica una caída del 11.5% respecto a lo sembrado el año pasado”, destacó el empresario Luis Macario, presidente de la Cámara Argentina del Maní. Acotó también que quedan sin relevar e incluir en esta cifra las siembras de la provincia de Salta, donde hay dos empresas y algunos productores independientes también dedicados a la actividad”. 

Recordemos que sólo la provincia de Córdoba produjo 351.841 hectáreas durante la campaña pasada, lo que representa una cifra similar al total que se producirá en todo el país durante el ciclo 2013/2014. Esta campaña había totalizado más de 390.000 hectáreas sembradas en la Argentina sumando la producción de todas las provincias productoras.

En referencia a la situación del mercado, Macario destacó también que “venimos de un par de años donde había una menor oferta a nivel mundial por fracasos de cosechas en otros orígenes productores, y por ello se venía sembrando más en Argentina, y como nosotros, otros países también sembraron más y pasamos de tener de una buena oferta a una sobreabundancia de maní. Hoy los orígenes alternativos a Argentina tienen una buena producción, lo que ha acomodado los precios a nivel global. No son malos, pero no son los mismos de hace 2 o 3 años atrás”.

Hongos del suelo y viruela al acecho
Exceso de lluvias, temperaturas frescas y gran desarrollo vegetativo son un grupo de factores que conforman un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de hongos en los suelos maniseros. “Si bien hasta el momento vemos una campaña con desarrollo normal, me preocupa la posible aparición de estos hongos”, expresó el Ing. Agr. Fabián Faucher, presidente del Centro de Ingenieros Agrónomos de General Cabrera y Zona, a lo que acotó: “Se va a observar mayormente en aquellos lotes donde no se hayan hecho las rotaciones aconsejadas, donde el maní no debería haber entrado en lotes con intervalos menores a 4 o 5 años, intercalando cultivos con gramíneas”.

Por otra parte, es de destacar que en años como este (de abundantes precipitaciones) es importante comenzar temprano con los tratamientos para el control de viruela del maní, donde se puede recomendar el uso de mezclas de Triazoles + Estrobirulinas. “Con este cambio de fecha se han dado condiciones excepcionales para el desarrollo de enfermedades foliares como la viruela. Quien no haya hecho un buen control va a tener problemas, que incluso ya se están viendo lotes con mucho ataque”, reveló Ricardo Pedelini, del INTA.

Respecto a la zona más nueva de producción, Faucher indicó que “los daños más graves que se están observando últimamente son con las malezas tolerantes o resistentes a glifosatos y otros herbicidas, que realmente nos obliga a ponernos al día con todo lo que es el tratamiento de malezas. Incluso hay algunas que hoy en día son casi imposibles de controlar”. (INTA)

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