Proyecto para modificar la Ley de Semillas

“Este proyecto profundiza los conceptos y alcance de la actual ley de semillas, afirmando expresamente que la democratización del conocimiento sea de orden público. Debemos consolidar el rol del Estado en un tema tan vital para la producción agroalimentaria y soberanía fitogenética de nuestro país, en un mundo que cada vez más reclama alimentos”, añadió Omar Barchetta.

“Se debe ampliar la mirada, tener una visión más integral y sistémica, que tenga en cuenta una nueva etapa en el desarrollo de la biotecnología en nuestro país, superando la situación actual que está determinada únicamente por el interés económico y comercial de algunas empresas multinacionales que pretenden ejercer un monopolio, atentando contra el progresismo del sector”, expresó el diputado socialista. 

La humanidad no solo se enfrenta al desafío de aumentar la producción agroalimentaria en forma sustentable, sino también en cómo se distribuye mejor la producción de alimentos, contemplando al sujeto agrario con la finalidad de erradicar el hambre y la indigencia. Este proyecto reconoce la necesidad de incorporar nuevas tecnologías a las semillas, y que el Estado sea quien incursione a través del INTA en investigación para el desarrollo y sostenimiento de la soberanía alimentaria de nuestro país.

El proyecto de ley establece que el agricultor podrá reservar y usar libremente en su propia explotación, y sin límite de volumen, cualquier variedad vegetal inscripta, solo cuando dicha reserva y uso provenga de la multiplicación de semilla legalmente adquirida y esté destinada por el agricultor a ser sembrada exclusivamente en su propia explotación y para su propio uso.

“Se reconoce la tecnología y se pretende pagar por ella en el momento de adquirir la semilla legalmente fiscalizada, pero no se debe permitir que la incorporación de tecnología sea a expensas del uso propio gratuito que es un derecho irrenunciable de los agricultores, pretendiendo de esta manera las empresas  multinacionales cobrar regalías extendidas, porque si así fuera se estaría corriendo el eje del debate”, señaló Barchetta.

Un proyecto de semillas  debe legislar en forma conjunta al germoplasma y a los eventos tecnológicos que contemplen la semillas, a los efectos de evitar que la tecnología se legisle a través de la ley de patentes, cosa que las empresas multinacionales desean, para luego tener derechos sobre los procesos productivos e industriales posteriores a la semillas, como puede ser harina, aceites, carnes.

“Dentro de un marco de equidad e inclusión social y contemplando al sujeto agrario, trabajemos por un país que no resigne soberanía”, concluyó Omar Barchetta.

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