Más impuestos a las estaciones de servicio

Un caso paradigmático de presión fiscal es el de Santa Fe. Este año, a través de la Ley 13.525 de Presupuesto provincial, el Gobierno de Miguel Lifschitz incrementó la tasa del Impuesto a los Ingresos Brutos del 2.5 al 3,25 por ciento, afectando directamente a las bocas de expendio.

Asimismo, con esta medida se impidió a los expendedores minoristas de combustibles computar hasta el 8 por ciento del pago del referido impuesto a cuenta del Derecho de Registro e Inspección percibido por las Municipalidades y Comunas.

Alberto Boz, presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (FAENI) manifestó su preocupación por la falta de respuestas de las autoridades, luego de cuatro encuentros desarrollados con representantes del gabinete.

Cuando se aprobó la ley, la entidad presentó una propuesta para que no sea el fisco quien absorba la reducción de la alícuota, tal como se pretende. “Queremos modificar la forma de tributar entre minoristas, mayoristas y petroleras”, explicó.

La intención era cargar sobre el eslabón más fuerte de la cadena: refinerías y distribuidores diésel. Es que en la visión de Boz, son los actores con mayor espalda económica del negocio, por lo que podrían hacer el esfuerzo.

Si bien la iniciativa había sido vista con buenos ojos, Boz lamenta que el Gobierno desestimó el planteo avanzando en un proyecto para establecer tarifas diferenciales por rubro. 

“Cuando se habla de alícuotas no se entiende que para las estaciones más de la mitad es impuesto”, cuestiona. Hace referencia a la composición del precio del litro de nafta y gasoil en surtidor, lo que en definitiva termina siendo la base imponible con la que se calcula Ingresos Brutos.

“Estamos en un silencio que nos preocupa”, expresó. Por eso, con el objetivo de reinstalar el tema en la agenda, anticipa que será un tema a tratar en la Audiencia Pública prevista en la ciudad de Rosario. “Nos da temor que se tenga en cuenta el monto de venta”, sostuvo.

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