Déficit comercial alcanzó los U$S 15.934 millones

Informe del Centro de Investigaciones Sociales y Económicas, de Fundación Libertad

En los últimos días, el INDEC actualizó los datos de la balanza de pagos correspondiente al último trimestre de 2015, y de esta manera se desprende que durante el año pasado el déficit en la cuenta corriente alcanzó los U$S 15.934 millones, siendo aproximadamente un 3% del PIB. Este valor representa un deterioro en el sector externo de U$S 7.859 con respecto a 2014, explicado principalmente por el fuerte retroceso en el rubro mercaderías que alcanzaron los -U$S 453 millones, unos U$S 6.360 millones menos que un año antes.

La mayor parte de esta merma en el sector mercaderías ocurrió por una importante contracción en el nivel de exportaciones, las cuales ascendieron a U$S 56.752, unos U$S 11.583 millones menos que en 2014. Si bien, según datos del INDEC, la mayor parte de las actividades se vieron perjudicadas durante 2015, en tres rubros se concentra la mayor parte del componente negativo: “Vehículos automóviles, tractores, velocípedos y demás vehículos terrestre”, los “Residuos y desperdicios de las industrias alimenticias” y finalmente los “Combustibles minerales, aceites minerales y productos de su destilación”. Entre estos sectores suman unos U$S 6.316 millones menos de exportaciones en términos interanuales, un 54% sobre el total de la contracción total.

Esta baja en el nivel de exportaciones fue, en parte, compensada por un menor nivel de importaciones, las cuales decrecieron en U$S 5.223 millones con respecto a un año antes, pasando de U$S 62.428 millones en 2014 a U$S 57.205 millones en 2015. El 88% de esta caída se debe a una merma en las compras del rubro combustibles, las cuales pasaron de U$S 11.454 millones a U$S 6.864 millones en un año.

Debe destacarse que, si bien el rubro Mercaderías fue el que peor performance tuvo si se mide en términos interanuales, ni los servicios ni las rentas compensaron al menos en parte este deterioro. Ambos, a pesar de obtener resultados pobres durante los últimos años, empeoraron aún más durante 2015. De esta forma, el sector Servicios alcanzó durante el año pasado unos U$S 3.990 millones de pérdida, nuevamente a causa de los saldos negativos dados principalmente por los viajes de argentinos al exterior (- U$S 1.520 mill) y por el rubro transporte (- U$S 2.006 mill). A su vez, el balance anual de las rentas abonadas al exterior fueron de -U$S 11.079 millones, tanto por la utilidades y dividendos repatriados por parte de empresas (U$S 7.637 mill) como por intereses abonados (U$S 3.422 mill).

DEUDA EXTERNA

Según datos aportados por el INDEC, el total de la deuda externa bruta alcanzó a fines de 2015 los U$S 157.791, mostrando de esta forma un crecimiento interanual que giró en torno a los U$S 11.811 millones. Este crecimiento se produjo en gran parte a causa de una mayor emisión de deuda hacia organismos internacionales y bilaterales por un total de U$S 7.384 millones y por el crecimiento de lo adeudado por el sector privado no financiero por U$S 7.003 millones, especialmente vía obligaciones negociables. Como contrapartida, se observa una caída de la deuda vía bonos y títulos públicos por U$S 4.411 millones, debido a la cancelación de los bonos Boden 2015 a fines de octubre del año pasado.

Este incremento de la deuda externa durante el año 2015 va en contramano con la propuesta de desendeudamiento anunciada por parte de la anterior administración. El acuerdo con los holdouts, una vez ejecutado,llevará la deuda total a niveles que superarían los registrados al momento del canje en 2005, cuando la misma era de U$S 168.076 millones. No obstante, debe nombrarse que si bien los valores son cercanos al momento del canje de deuda, hoy ese monto en términos del PBI es mucho menor gracias al crecimiento del país durante la década pasada y que también se cambió la composición de la misma, con deuda exigible a mayor plazo.

Por ende, este bajo endeudamiento en términos del producto interno abre nuevas posibilidades a futuro, sobre todo tras la normalización de la deuda soberana. Esto no sólo puede atraer a nuevos capitales externos, la mayor parte orientados a obras de infraestructura, sino también puede generar que los próximos vencimientos de deuda se vayan refinanciando a mayor plazo y con una menor tasa de interés. Abonando a los holdouts, Argentina estaría en condiciones de regresar a los mercados internacionales.

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