Villavicencio le habla a Macri

La política aduanera argentina en materia de importaciones continúa con serios déficits. Así lo entiende el Director Médico de Grupo Oroño, Roberto Villavicencio; quien en una carta de lectores subrayó la complejidad, y cuando no, la imposibilidad de poder ingresar el país repuestos esenciales para equipos de diagnóstico por imagen, necesarios por ejemplo, para la toma de decisiones terapéuticas de patologías complejas, como puede ser el cáncer.

Urge una decisión política para dar un golpe de timón sobre cuestiones que afectan a efectores estatales y privados por igual, sobre un tema medular, como lo es la salud.

A continuación, los argumentos de Villavicencio sobre el tema:

Burocracia inhumana, ¿cambiemos?

¿Debemos recurrir a las columnas de “Carta de Lectores” para comentar lo que está pasando hoy en nuestro país? Se trata de repuestos vitales (de costos menores, insignificantes en relación al valor de los equipos) que deben ser importados ya que no se fabrican en el país, para poner en marcha equipos costosísimos de electromedicina por imágenes y me refiero a PET CT y tomógrafos multicortes de 256 detectores.

Consiste en equipamientos para diagnóstico médico de avanzada, imprescindibles para la toma de decisiones terapéuticas en enfermos de cáncer y de enfermedades agudas cardiovasculares, respectivamente.

Los repuestos llegan prontamente del exterior en dos o tres días por vía aérea desde Estados Unidos, pero son retenidos y demorados en Aduana argentina durante semanas (lapso incierto e indefinido) cargadas de incertidumbre temporal, por “trámites administrativos”, en algunos casos más de 30 días.

Se trata de adoptar trámites con la condición de muy urgentes para alcanzar celeridad (término en horas), previsible, de rápida respuesta, la misma que médicas y pacientes-familiares requieren con una lógica elemental. Aclaración: las demoras no distinguen y son similares para hospitales estatales (nacionales, provinciales y municipales) como para hospitales de comunidad, y sanatorios y clínicas privadas, como la que dirijo. 

El daño que se provoca afecta ambos sectores de la salud. El dilema está planteado: “Burocracia versus salud”. Una respuesta inmediata es necesaria. ¿Merece atención del señor presidente de la Nación? Y digo que sí, pues se trata de la atención de pacientes que tienen en riesgo su vida o su salud. Las columnas de los medios quizás consigan lo que autoridades y funcionarios no responden, acorde a las necesidades reales de la comunidad.

Comentarios