Incontinencia anal: ¿Por qué ocurre? ¿Qué hacer?

Por lo general, los pacientes sienten vergüenza sobre lo que les sucede y se aíslan. Si bien no existe un tratamiento ideal, si puede mejorarse la calidad de vida. El Dr. Néstor Marchetti, Jefe del Servicio de Coloproctología, nos acerca información al respecto.

Hablamos de Incontinencia Anal cuando perdemos la capacidad de controlar voluntariamente la liberación de gases y materia fecal. Es decir, se produce el escape involuntario de gases o materia fecal lo cual tiene enormes repercusiones sociales, cambia el estado de ánimo de quienes la padecen, llegando a veces al aislamiento y bloqueo, no siendo fácil expresar lo que sucede durante el interrogatorio médico.

Se observa en el 2 al 10 % de la población adulta, aumentando más en la tercera edad. Puede ocurrir por ALTERACIONES EN EL ESFÍNTER ANAL, que es la más frecuente, o INCONTINENCIA CON ESFÍNTER NORMAL.

El mecanismo por el cual se altera el esfínter anal puede ser por:

-desgarros durante el parto o por trauma con fórceps,
-lesiones por traumatismos como los empalamientos,
-alteraciones del esfínter por invasión de tumores o procesos inflamatorios,
-secundarias a lesiones de los nervios pudendos (por múltiples partos, esfuerzos defecatorios, lesiones de la médula, y diabetes, entre otros).

También, se observa por: debilidad muscular con la edad avanzada, presencia de un prolapso rectal, después de un procedimiento quirúrgico o por defectos congénitos con falta de desarrollo de los esfínteres.

Mientras que la incontinencia anal con esfínteres normales puede ocurrir por:

-presentar diarreas severas (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, Síndrome de Intestino Irritable, rectitis por radioterapia o abuso de laxantes),
-bolos fecales,
-fistulas rectovaginales, y
-alteraciones neurológicas, entre otras causas.

Cuando el paciente refiere que no puede retener los gases, ensucia la ropa interior o refiere escape de la materia fecal, se aconseja la consulta con el Coloproctólogo. El profesional realizará el examen anorrectal en el consultorio y solicitara los estudios correspondientes, a fin de determinar el origen de la incontinencia y poder aplicar el tratamiento correspondiente.

No es aconsejable esconder el síntoma por vergüenza. No siempre existe un tratamiento ideal, pero se puede mejorar mucho la calidad de vida.

Fuente: Marchetti Néstor Omar, Cirugía general, Coloproctología

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