Estrés y ACV: ¿cuánto sabemos?

¿Qué genera el estrés en nuestra salud? ¿Es un factor de riesgo para enfermedades cerebrovasculares? La Dra. María Guadalupe Bruera, Jefa del Servicio de Neurología de Grupo Gamma, nos informa sobre las consecuencias de vivir en permanente estado de estrés, especialmente para nuestro cerebro.

Los individuos vivimos, diariamente, las consecuencias de la naturalización de estrés impuesto, en gran medida, por una sociedad con demandas permanentes donde de no ser cumplidas quedamos fuera del sistema. En este contexto, cabe preguntarse qué sabemos sobre las consecuencias del estrés en nuestro sistema nervioso central. Para contestar parte de este interrogante vamos a desarrollar este artículo con el principal objetivo de que cada uno de ustedes pueda visibilizar la importancia del estrés en su organismo, con las consecuencias negativas en el adecuado funcionamiento del sistema nervioso central. Actualmente, representa un factor de riesgo para padecer un evento Cerebro Vascular: ACV.

¿El estrés afecta igual a mujeres y varones?

No, en el caso de las enfermedades cerebrovasculares, el estrés y la depresión afectan con mayor frecuencia al sexo femenino, representando un factor de riesgo en este género. Si bien hay muchas teorías planteadas para poder explicar dicha afirmación, ninguna tiene un fundamento científico demostrable.

¿Debo consultar a un médico?

La persona que padece estrés en forma crónica y diaria tiene una patología que debe ser tratada para ser modificada, dado que representa un peligro inminente para su salud. Es lo mismo que una persona Hipertensa, con Diabetes, o Asmático no consulte a su médico. Antes a nadie se le ocurriría, porque la concepción de la sociedad es que esas son enfermedades mientras que el estrés es algo “natural” del ser humano.

Consejos a tener en cuenta para evitar el estrés:

-Conectarse con sí mismo, haciéndose tiempos para escucharse y darle lugar a los sentimientos.
-Tratar de no llevarse trabajo a casa.
-Hacer actividad física y/o recreativas 3 a 4 veces por semana.
-Dormir 1 hora de siesta: recordar que el cerebro trabaja intensamente en ese momento guardando en un lugar de la memoria temas aprendidos en el día.
-Respetar las horas de sueño nocturnos según la edad.

Fuente:  Dra. María Guadalupe Bruera, Jefa del Servicio de Neurología de Grupo Gamma

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