Problema clave: el flete desde Salta a Rosario es casi 21 veces más caro que a China

La incidencia de costos para un productor del norte es tres veces superior a la de uno situado en la Zona Núcleo.

El costo logístico sigue siendo un tema clave para la competitividad de los productos argentinos. Si bien se registró una mejora en los últimos años, su incidencia es muy alta, sobre todo, para los productores que se encuentran en zonas lejanas a los puertos exportadores del Gran Rosario.

Según un reciente estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario, un productor de Salta paga tres veces más que uno situado en la zona núcleo (suponiendo una distancia promedio de 180 km al Gran Rosario).

Pero este diferencial se vuelve más elocuente cuando se compara el costo del transporte granario desde el norte argentino a las terminales portuarias del Gran Rosario, con lo que cuestan los embarques hacia los principales mercados mundiales.

De acuerdo con la BCR, en términos de dólares por tonelada por kilómetro recorrido, el costo de transportar granos desde Salta hasta el Gran Rosario es casi 21 veces más que el de enviarlos a China en buque oceánico desde el Up River. En localidades más cercanas, a distancias menores a los 975 km del Gran Rosario, el costo del flete camionero resulta inferior al del flete marítimo a China.

A su vez, si  se compara el flete camionero en Argentina con el costo del transporte marítimo al puerto de Rotterdam, principal ingreso de los productos agrícolas al mercado europeo, se encuentra que es más barato enviar la producción al viejo continente que a los puertos del Gran Rosario desde cualquier distancia superior a los 290 km. Recorrer en camión los 1.150 km que separan a Joaquín V. Gonzalez de los puertos del Up River cuesta casi el doble que el viaje en buque de más de 12 mil km hasta el principal puerto granelero de Europa (41 U$S/tn vs 21 U$S/tn).

Según la BCR, además del aumento de costos provocado por los desequilibrios de la economía nacional, los principales problemas del transporte pasan por el mal estado de la red caminera secundaria y rural, la subutilización de la flota en determinadas etapas del año y el impacto de las altas tasas de interés, el aumento en el precio de las unidades y la dificultad de acceder al financiamiento para la renovación y modernización de la flota.

REDACCIÓN ON24

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