Desarrollaron su propio sistema de creación y gestión de tiendas online y, en apenas dos años, consiguieron más de 28 mil clientes. Empretienda surgió como proyecto final de la carrera de grado de Ariana Onega (24), licenciada en Ingeniería Comercial. Luego de aliarse con su socio, Luciano Ghione (25) que desarrolló el apartado tecnológico, apostaron por microemprendedores con poca experiencia en el e-commerce y comenzaron a brindar un servicio que combina herramientas digitales con capacitación y acompañamiento.
En 2017, en el tramo final de su carrera universitaria, Onega tuvo que presentar un proyecto en que basar su tesis de grado. Allí surgió la idea de crear Empretienda, una plataforma online que permitiera a emprendedores crear y administrar sus propias tiendas electrónicas. A lo largo de todo ese año llevó adelante junto a sus mentores un estudio de mercado y conoció a otros emprendedores. También se alió con Ghione, licenciado en Ciencias de la Comunicación, quien se encargó de desarrollar todo el aparato tecnológico detrás del proyecto.
“Hasta septiembre de 2019, Empretienda era para nosotros un hobby”, relata Onega. “Creo que era porque todavía no confiábamos en lo que teníamos. Sin embargo, a fines del año pasado decidimos enfocarnos en esto de lleno y dejamos nuestros respectivos empleos en relación de dependencia”, cuenta. Si bien la creación de la plataforma que hoy brinda servicios para más de 28 mil emprendedores fue un reto, dice que “el mayor desafío fue sortear la falta de confianza inicial”.
Comenzaron encargándose solos de todas las tareas, con Ghione dedicado al desarrollo tecnológico y con Onega a cargo de la gestión comercial y de marketing. En poco tiempo, el equipo se expandió y hoy cuentan con cuatro personas brindando soporte y dos nuevas desarrolladoras. Incluso proyectan sumar más personal para la atención de consultas: “Somos antibots. Siempre que nos contactan, atiende una persona”.
El segmente elegido para desarrollar el negocio es el de los pequeños emprendedores, “empresas que están dando sus primeros pasos en la venta online. Quizás tienen sus redes sociales, pero se dan cuenta de que necesitan contar con métodos más profesionales, sumar medios de pago o integrar sus logotipos”. Por otro lado, también brindan capacitación y acompañamiento para sus clientes. En cuanto a las tarifas, optaron por cobrar un monto fijo de 499 pesos que incluye todos los servicios, sin comisión por venta.
Con la llegada de la pandemia del Covid-19, la demanda por este tipo de servicios se disparó. Sin siquiera hacer publicidad paga, Empretienda pasó a tener un crecimiento exponencial, con clientes que llegaban de hasta 400 por día. Aprovechamos este momento también para hacer un rebranding y aplicar algunas actualizaciones tecnológicas a nuestro servicio. “Muchos se han dado cuenta de que el comercio electrónico es una necesidad. Vemos cada vez más negocios que ni siquiera tienen local a la calle. Por otro lado, en el interior falta mucho desarrollo del e-commerce, sobre todo en materia de capacitación, incluso en ciudades como Rosario”, dice Onega.
De cara a lo que viene, la emprendedora no cree que el boom de las tiendas virtuales vaya a decaer, por lo que apuesta por algunos nuevos proyectos que incluyen asesoramiento integral, abarcando desde los apartados financieros, hasta lo legal y el marketing digital; un nuevo sitio que funcione como catálogo de tiendas creadas con Empretienda y un sello de verificación visible para personas que compren en los sitios de e-commerce de la marca.
