Jorge Giorgi: “Con todos los gobiernos te comés un garrón”

La visión del mercado y el desencanto con la política de uno de los jugadores más importantes del mercado automotriz

A Jorge Giorgi se lo escucha cansado. Pero no por los avatares propios de su actividad, sino –mayormente- por las dificultades de emprender en un país donde el contexto cambia todo el tiempo y a toda velocidad de la mano de los barquinazos de la política. Veneno letal para la pulsión emprendedora.

Ante un nuevo sacudón de la economía que provocó una devaluación del peso de un 40% en lo que va del año y que impactó de lleno en la actividad económica, el empresario arremetió contra la dirigencia. “Uno sigue confiando en los gobiernos pero con todos nos comimos un garrón”, disparó en diálogo con ON24. Y ahondó, “los que laburamos, generamos puestos de trabajo y pagamos impuestos –que no somos tantos- somos los que le pagamos a los políticos sus altos sueldos, y de eso estoy cansado. Toda esta situación te desequilibra y te saca de contexto; el stress que se sufre es tremendo”.

Acostumbrado al eterno ciclo recuperación, deterioro, crisis, del país, Giorgi dice que “a esto ya lo vimos infinidad de veces”. Y explica, “el mercado está afectado como en cualquier momento en el que hay inflación, que si bien después de un tiempo se acomoda, provoca una caída de las ventas”.

Según el empresario, el retoque de las planillas de precios es más notorio en los modelos que vienen extra Mercosur, a los que los cambios del dólar les pegan inmediatamente. Mientras que en los de fabricación local, “los aumentos son graduales, pero descuento que en algún momento van a equiparar la evolución del dólar”. Un cimbronazo que “afectará a todas las marcas que manejen precios en dólares, y a las líneas premium sobre todas las cosas”.

“Esta es una época donde la punta de ventas se va para abajo”, las personas “atienden consumos prioritarios y frenan decisiones de compra, entre ellas, la de un auto”, dice Giorgi, quien también cree que el Mundial tiene sus efectos, porque “la gente tiene la cabeza en otra parte”. Un combo que debilita las proyecciones que a principios de este año eran optimistas (se pronosticaba vender 1 millón de autos), y ahora cayeron a 850 mil unidades.

Efecto pinza

Por más que el mercado no proyecte una caída brusca, hay que prestarle atención a la situación de las concesionarias, que sufren un efecto de pinza entre lo que exigen las terminales y las condiciones del mercado. “Nosotros somos intermediarios, no somos formadores de precio. Nos tenemos que ajustar a las reglas de juego y los márgenes no pueden absorber todo el aumento de los costos. El dólar se fue de 18 a 25 pesos en 5 meses ¿Quién aguanta ese chubasco?”, advierte el empresario.

Más allá de las complicaciones, los planes de financiamiento continúan vigentes y atractivos. “Seguimos con tasas subvencionadas y son una buena opción, dado que todavía no sabemos cuál es el techo del dólar y porque el precio de los autos todavía no alcanzó la cotización de la divisa”. Además, los aumentos todavía no se detuvieron: “las terminales ya avisaron que subirán los precios el próximo mes”.

NOTA COMPLETA EN EDICIÓN IMPRESA DE JUNIO

Por Mariano Fortuna

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