“Es imposible competir con Paraguay”, cuenta un operador portuario de la provincia. Ese es el problema que enfrenta el sector desde hace largo tiempo y que el gobierno no termina de resolver a pesar de impulsar la “descamionización” de las cargas.
Según el empresario -que pidió reservar su nombre-, a pesar de que existe un fuerte lobby para empezar a sacarle el protagonismo al camión (que concentran el 95% de la carga), “los puertos no arrancan, y no creo que lo vayan a hacer ahora”; lo cual contrasta con el despegue del Belgrano Cargas, que crece en movimientos notablemente.
La logística hidrovial, en cuya mejora insiste el Ministerio de Transporte y buena parte de las entidades productivas, sigue siendo un materia pendiente en materia de costos, presión tributaria e intransigencia sindical, que la sacan del juego en el que reina la poderosa marina mercante paraguaya. “En números gruesos, mientras un capitán paraguayo navega 250 días al año, un argentino lo hace 150 o 160 días; si arrancamos de eso ya ves que no podemos competir”, argumenta.
De acuerdo con el empresario, “el problema no es salarial, sino de régimen laboral. Pero en esto los muchachos (el sindicato) no ceden ni un poquito, y si no lo hicieron cuando el gobierno estaba fuerte, menos lo van a hacer ahora”. Aunque tampoco contribuyen los altos impuestos que hacen inviable, no solo la operatoria logística, sino también la industria de armadores: “Hace un tiempo, Paraguay tenía cinco astilleros y hoy tiene 13: Argentina tiene 40 pero funcionan 4 o 5, y los estatales son agujero negro, mirá Río Santiago”.
Con todo, se observan excepciones a la regla en Buenos Aires y en Rosario. “Con Mórtola (Gonzalo, el presidente de la terminal) el puerto de bonaerense se está moviendo bien, y en el Gran Rosario está TPR, que se ha convertido en una terminal multimodal muy poderosa y dinámica (…) pero con sólo dos no alcanza”.
REDACCIÓN ON24
