El éxito de una marca muy difícil de pronunciar

La perfección suiza no solo pasa por la relojería; para el diseño de muebles de alta gama, las cualidades helvéticas cierran muy bien. La fábrica de muebles Zurschmitten es un buen ejemplo santafecino. Situada en San Jerónimo Norte, población fundada por colonos suizos, se levanta una planta de 2000 m2 equipada con máquinas y herramientas de la más avanzada tecnología y precisión, donde trabajan en forma directa e indirecta 60 personas bajo la dirección de Oscar Zurschmitten.

“Somos descendientes de suizos, no alemanes” aclara el empresario ya acostumbrado a deletrear y explicar el origen de su apellido que notablemente se convirtió en una marca reconocida aunque pocos sepan pronunciarla.

“Le pregunte a Nazer (Luis) por mi apellido, le dije: ¿no te parece que hay que poner otra marca?, a lo cual me respondió que si yo fabricara un producto estándar sería preferible, pero siendo algo tan personalizado funciona; ‘Habla de tu responsabilidad ante los clientes`, y me convenció”.   

 La empresa de 33 años tuvo en su historia un punto de inflexión en 1999 con la devaluación de Brasil y de allí en más, tal los mejores manuales, la crisis se convirtió en la gran oportunidad: “Hasta el `98 fabricábamos muebles estándar apuntando al mercado mayorista.  Con la devaluación de Brasil comenzaron a entrar muebles muy baratos y viendo la situación decidimos dar un giro de 180 grados. Así nos orientamos hacia otro tipo de mueble, con más diseño y a medida. Allí comenzó una nueva etapa en la empresa”.

Con la nueva impronta la empresa confió al publicista Luis Nazer su campaña de posicionamiento, con especial énfasis en el mercado rosarino: “Decidimos profesionalizarnos, Nazer ayudó nos ayudó mucho a instalar nuestra marca. Logramos posicionarnos en Rosario, una sucursal que además tiene clientes de Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos”, agrega el titulas de la empresa que hoy cuenta con una planta de 50 empleados trabajando para diseñar muebles a medida para el mercado abc1. Siempre poniendo énfasis en el servicio altamente personalizado, apuntando al consumidor particular, la firma se mete de a poco en desarrollar un canal comercial con las constructoras.

La franquicia como herramienta de expansión

“No siempre las franquicias son exitosas. Para productos estandarizados pueden andar muy bien, pero cuando hablamos de un producto tan personalizado como el nuestro, replicar este modelo es mucho más difícil. Estamos haciendo algunas pruebas piloto; desembarcamos en San Jorge con socios para ensayar este formato, también estamos intentando en Rafaela y en Crespo (provincia de Entre Ríos), pero somos cuidadosos, el tema del mueble a medida es muy personalizado, técnicamente difícil de transmitir”.

Con un crecimiento constante, y saliendo de un año complicado como el 2016, Zurschmitten finaliza: “El año pasado por primera vez nos bajaron las ventas, pero tenemos fe, hace unos años compramos 8 hectáreas para una planta nueva a 5 km de San Jerónimo Norte en una zona industrial para poder aumentar nuestra producción, todo en algún momento llega”, precisó el empresario esperando la oportunidad para concretar la nueva inversión.

 

 

 

 

 

 

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