CIARA llegó a un acuerdo con el Estado para “asegurar precios razonables para el mercado interno”

Aceiteros y Estado finalmente arribaron a un acuerdo en cuanto a la política de precios

La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) finalmente arribó a un acuerdo con el Estado en un mecanismo “para que los consumidores del mercado interno puedan contar con un precio accesible para los aceites a través de una compensación previsible que estimule la libertad de mercado y la libre competencia, garantizando el abastecimiento interno”. El sistema durará hasta enero de 2022.

El acuerdo alcanzado con el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Producción, a través de la Secretaría de Comercio Interior, establece las condiciones de precio y abastecimiento para los aceites envasados de girasol y mezcla refinados incluidos en la Res 100/20 mediante un fideicomiso privado como mecanismo de protección financiera.

Para las empresas asociadas a CIARA significará un esfuerzo de 29 millones de litros mensuales (75% del mercado nacional) implicando un valor anual de compensaciones intra industria por 190 millones de dólares, que financiará la propia industria, para evitar incrementos en los precios.

“De esta manera, se evitan los cierres de registros o la suba de los derechos de exportación, en virtud del compromiso del Ministerio de Agricultura y la Secretaría de Comercio Interior para adoptar las medidas o acciones que remuevan toda distorsión del mercado exportador de los productos contemplados en el fideicomiso, velando por el sostenimiento de condiciones competitivas y equitativas para las empresas productoras involucradas, y procurando disuadir toda conducta contraria a la lealtad comercial y la defensa de la competencia”, explican desde el organismo.

El fideicomiso privado que se constituirá se propone proteger a los consumidores
de aceites de girasol y mezcla con el de soja de las oscilaciones externas de esos
commodities, mediante un sistema interno de compensaciones que posibilite
“estimular la libertad de mercado y la libre competencia, garantizando el
abastecimiento interno y asegurando precios justos y razonables para los
consumidores”, como sostiene la norma oficial.

“Como consecuencia, también se protege el comercio exterior de esos aceites, soja,
girasol y harinas al asegurar el cumplimiento de los contratos y obligaciones
asumidas con otros países, preservando a la Argentina como proveedor confiable”, concluyen.

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