Ari Milsztejn: “Los desarrolladores tendremos que barajar y dar de nuevo”

El empresario inmobiliario rosarino opinó sobre la realidad que afronta el sector y las transformaciones que se verán luego de la crisis.

Según el desarrollador inmobiliario Ari Milsztejn, el negocio cambiará de forma notable a debido a la pandemia. El titular de G70 dialogó con ON24 acerca del inédito contexto que le toca a afrontar, su funcionamiento actual y las perspectivas de un futuro en el que todas las empresas del sector deberán re pensarse para afrontar los desafíos. 

Empecemos por la realidad de G70, ¿cómo están trabajando?

Estamos haciendo home office. Un dia antes de que comience la cuarentena cerramos las oficinas (Nordlink) porque nos trasladabamos a las oficinas nuevas (Foss), por lo que quedamos en medio de todo y no pudimos hacer nada. En lo que respecta a nuestra estructura estamos muy enfocados en nuestra gente, no solo en el pago de sueldos, sino también en la contención. 

Las nuevas formas de trabajo remoto llegaron para quedarse y las reuniones seguirán siendo por videoconferencia por un largo tiempo. Por suerte, nosotros ya veníamos con gimnasia en este tema, y tanto la organización de nuestro día a día como la atención a clientes las seguimos haciendo online. 

¿Creés que las empresas del rubro precisarán ayuda del Estado para seguir funcionando?

Vengo hablando de eso con colegas a nivel nacional, y lo que se dice es que las empresas del sector tienen una capital de trabajo con el que pueden hacerle frente a esta crisis durante un tiempo determinado, pero no indefinidamente. 

Se necesita ayuda como en cualquier otro rubro, y hay que tener en cuenta que la construcción es uno de los sectores que más trabajo genera (…) Está muy bien que se ayude primero a la población más vulnerable, pero eso tiene que empezar a ampliarse rápidamente, no solo para la construcción sino para las empresas y los cuentapropistas que están completamente frenados y pasándola mal. 

¿Cómo saldrán las empresas desarrolladoras de esta crisis?

Se viene un tiempo donde habrá que repensar la financiación, los costos, los plazos. Esto le pasará a todas las desarrolladoras pero también a los proveedores, que tendrán que entender que de esto saldremos colaborativamente y deberán estar más abiertos a financiación y canjes. 

Además, el nuevo formato de trabajo con distanciamiento social impactará en la rentabilidad de las obras. A lo que hay que sumarle los costos de seguridad e higiene y ver qué sucede con la cobertura de las ART. Es decir, tenemos un montón de contingencias no previstas que se notarán en el negocio. Tendremos que barajar y dar de nuevo. 

El mercado se va recuperar en algún momento, pero no sabemos cuando. Yo tengo la idea que este será un año duro y que recién el año que viene se podrá ver el rebote. De todas formas, el ladrillo siempre es resguardo de valor, mucho más cuando otras opciones se cayeron en picada (…) Las bolsas del mundo se hicieron pelota. 

¿En este contexto tendrá lugar un obligado sinceramiento de precios?

Seguramente aparezcan muchos inversores de oportunidad, pero al usado le va a costar arrancar. El propietario que no entienda que su propiedad bajó de precio no va a vender, ni creo que haya muchas compras de contado efectivo, porque la gente querrá quedarse con más liquidez. 

Por otro lado, en el mercado de construcción al pozo -que es nuestro fuerte- habrá un poco más de cintura porque el valor del metro cuadrado en dólares bajó, pero habrá que estudiar muy bien cómo esa baja se traduce en los precios de lista. De todas formas, en las obras al pozo sí o sí veremos un sinceramiento, pero dependerá de la realidad de cada desarrollador. Lo importante es no parar las obras y cumplir con los contratos. 

REDACCIÓN ON24

 

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