En medio de un largo proceso judicial, la agroexportadora opera de manera tercerizada y, según fuentes vinculadas al proceso, se quedó sin “caja” para afrontar sus compromisos. Tiene una deuda de 1.400 millones de dólares.
La solicitud se sustenta en el Título III, Capítulo 6 de la Ley 24.013 y fue presentada en la Dirección Regional Rosario por Daniel Oreste Foschiatti, presidente de la firma, y Mario Aníbal Ferreyra, su apoderado. Vicentin argumentó que enfrenta una “grave situación económica” debido a la dilación judicial en la homologación de su propuesta concordataria, presentada en el marco de un concurso preventivo iniciado en marzo de 2020.
La presentación, de 18 páginas, destaca que “frente a las reiteradas y persistentes dilaciones procesales que impiden a la Sociedad alcanzar la homologación judicial firme de su propuesta concordataria en el marco de su concurso preventivo”.
“Hasta la fecha, la Sociedad ha procurado por todos los medios evitar medidas que afecten a sus dependientes, pero lamentablemente la nueva demora que deviene de la apertura por la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe de un recurso de queja contra la sentencia homologatoria dictada por la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de la ciudad de Reconquista (SF) encuentra a la Sociedad con su caja exhausta y sin posibilidad de evitar recurrir al excepcional Procedimiento Preventivo de Crisis”, se describe.
Además, explican que desde junio de 2022 “con la mayoría abrumadora de sus acreedores una Propuesta Concursal” lograron que tres deudores, a los que define como “inversores estratégicos”, las empresas Viterra, ACA y Bunge, acordaron hacerse cargo del negocio y desembolsar los fondos para el pago acordado con los acreedores y garantizará el funcionamiento de todos sus establecimientos. La propuesta incluye también la salida de la familia controlante de la tradicional empresa santafesina.
Detalles del documento presentado por Vicentin
“Desde la fecha de apertura de su Concurso Preventivo el 3 de marzo de 2020, sin recursos suficientes para continuar adquiriendo semilla para procesar en sus Plantas Industriales, la Sociedad debió adaptarse a la nueva situación, transformándose mayoritariamente en un “prestador de servicios de industrialización” para terceros proveedores y titulares de las materias primas, que entregan maíz en la Planta de Avellaneda y oleaginosas en las Plantas de Ricardone y San Lorenzo, para, a cambio de una ‘tarifa de fazón’, retirar los productos finales de su propiedad que comercializan por su cuenta: etanol y burlanda en el Norte y aceites y harina en el Sur”.
“Solo a partir de que quede firme la homologación de la Propuesta Concursal ingresarán los fondos que deberán proveer los Inversores Estratégicos para el cumplimiento de la misma, época en la que se ha previsto una reestructuración de la plantilla de personal, puesto que la nueva realidad de la actividad requerirá objetivamente una menor prestación en áreas cómo administración, finanzas, comercio exterior e interior, compra de materias primas, etc.”.
“La Sociedad ha implementado un régimen de retiro voluntario, congelamiento de vacantes y no reposición de retiros de personal por edad o decisión propia, que han reducido la plantilla total en algo más de 90 personas. Sin embargo, esta reducción no es suficiente”.
”Las razones de orden coyuntural por las que atraviesa Vicentin y el sector en su conjunto producen una modificación de las condiciones estructurales que toda empresa sana debe poseer”.
“Desde la obtención de las mayorías transcurrieron 27 meses, durante los cuales Vicentin perdió USD 47,4 millones de capital de trabajo (pérdidas y cancelaciones de pasivos privilegiados o gastos concursales) y abonó sueldos, salarios y contribuciones sociales por USD 106,3 millones”.
“Esta empresa está comprometida y seguirá comprometida en este emprendimiento, circunstancia que no es óbice para describir con absoluta objetividad la grave coyuntura por la que atraviesa este negocio”.