Se impone el manejo integrado de malezas

En la quinta capacitación online realizada por Nidera, el especialista en malezas Santiago Barberis, sostiene que “cada vez que uno toma una acción, ya sea por malezas, plagas o enfermedades, siempre va a tener repercusión en los otros factores bióticos”. De esa manera, introduce la temática del Manejo Integrado de Malezas (MIM), un método de control que incluye aspectos mecánicos, culturales y químicos.

Barberis ejemplifica su perspectiva con el caso de la Chinche de los cuernos, una plaga que afecta a la soja, “que luego queda en el rastrojo, y después hace daño en el maíz”. La tendencia para controlar esta plaga, explica el experto, es aplicar insecticida a finales del ciclo de la soja, para que no haya chinches en el cultivo siguiente. Sin embargo, sugiere una propuesta mejoradora, que consiste en “tratar de ver por qué la chinche se queda en ese lugar; y una de las causas es que si hay Siembra Directa, con todo el rastrojo que queda, se encuentra muy cómoda viviendo en ese ambiente. Y entonces, una forma de disminuirle esa comodidad a la chinche, sería controlar las malezas. Es decir, que estaríamos controlando los insectos a partir del uso de un herbicida”.

Entre los controles mecánicos aplicados al barbecho, Barberis recomienda el uso de la desmalezadora en el lote, si las malezas han adquirido un tamaño importante. A la vez, desalienta el uso del disco, ya que su utilización puede ser más nociva –en términos de erosión del suelo– que la presencia de malezas.

En el caso de los controles culturales, Barberis destaca la importancia de evitar la diseminación de semillas, especialmente su ingreso a través de la cosechadora. “Es muy importante al hacer cambio de lote, limpiar muy bien la máquina para evitar la difusión. En el caso de tener varios lotes para hacer en el mismo momento, hay que dejar en último lugar al lote más sucio. Y finalmente, hay que conocer de dónde vienen las cosechadoras que entran a nuestros lotes, porque se mueven muchos kilómetros, y por ende, pueden venir de lugares donde hay malezas tolerantes que no estaban en la zona”, recomienda.

La rotación de cultivos es otra de las medidas que Barberis señala como importantes para controlar las malezas. “Esto nos permite rotar herbicidas, y tener distintas fechas de siembra y cosecha, lo cual es importante si tenemos que controlar malezas perennes”, explica.

Hacia el final de la charla, Barberis pone el foco en el control químico, donde destaca la utilización del “doble golpe” ante el escape de malezas. “Consiste en utilizar un herbicida específico que tiene control sobre una maleza como Sorgo de Alepo resistente o Rama Negra, lo que tiene una eficacia de control del 70 por ciento; y entre 5 y 10 días después, una aplicación de un herbicida de contacto. Esto permite subir los porcentajes de control a un 100 por ciento”, señala, para luego aclarar: “la sugerencia es no utilizar este tipo de control como programa, sino como rescate”.

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