Que sucedería con la soja, el girasol y los biocombustibles

Continuando con el análisis de los resultados obtenidos por la Fundación INAI en el informe “Escenario de Referencia Agroindustrial Mundial y Argentino al año 2023 (ERAMA 2023)”, evaluaremos ahora las proyecciones para el complejo oleaginoso y los biocombustibles en la República Argentina para los próximos 10 años.

De acuerdo a las proyecciones realizadas por el “ERAMA 2023”, la producción de poroto de soja en Argentina crecería en 10 años cerca de 10 millones de toneladas. Pasaría de 55,5 millones de toneladas en la campaña 2013/2014 a 65,4 millones en la campaña 2023/2024. La molienda respetaría idéntico crecimiento de 10 millones de toneladas en este período. De 40 millones de toneladas de poroto de soja molidas en el 2013/2014, dentro de diez años estaríamos en 50,8 millones de toneladas. Las exportaciones de poroto de soja evidenciarían un crecimiento del 43,4% en términos relativos. En la actualidad, se exportan cerca de 8,5 millones de toneladas de poroto y se espera que dentro de 10 años se despachen al exterior como grano cerca de 12,2 millones de toneladas.

Si evaluamos el aceite de soja, vemos que en diez años la producción argentina podría llegar a incrementarse en 2 millones de toneladas: de 7,6 millones en la actualidad a 9,6 millones en la futura campaña 2023/2024. Esta producción incremental de aceite se exportaría en su gran mayoría; ya que se estima que de las 4,4 millones de toneladas que se despachan en la actualidad al exterior, en el ciclo 2023/2024 se exportarían 6,3 millones de toneladas. Esto muestra que el aceite de soja que iría a la producción nacional de Biodiesel tendría un crecimiento muy moderado del 15,7%: de 2,5 millones de toneladas de aceite a 2,9 millones de toneladas dentro de 10 años.

Con respecto a la Harina de soja, se espera que la producción crezca 8 millones de toneladas en 10 años. Pasaría de 29,6 millones de toneladas en el 2013/2014 a 37,6 millones de toneladas en el 2023/2024. Dentro de 10 años se estima que 4 millones de toneladas se destinarían a alimentación animal en nuestro país, en tanto que 33,4 millones se exportarían a diversos destinos a nivel mundial. Es importante recordar que este producto es el más importante generador de divisas por exportaciones en nuestro país. Es significativo el aumento en términos relativos que registraría el uso de harina de soja para alimentación animal en el territorio argentino. El ERAMA 2023 estima que se verificará un crecimiento del 52,2% en términos interanuales midiendo estas dos campañas (2013/2014 y 2023/2024).

En lo referido a la producción de semilla de girasol en Argentina, ésta crecería en 10 años aproximadamente 1,2 millones de toneladas. De 2,3 millones de toneladas en la campaña 2013/2014 pasaríamos a cosechar 3,5 millones de toneladas en la campaña 2023/2024, siempre y cuando se confirmen los supuestos adoptados en el modelo. La mayor parte de la producción iría a molienda, evolucionando la misma de 2,2 millones de toneladas en la actualidad a 3,3 millones dentro de 10 años. Resultan sumamente exiguas las estimaciones de exportaciones de semilla de girasol, las cuales apenas alcanzarían las 122.000 toneladas en el 2023/2024.

La producción argentina de aceite de girasol registraría un salto del 52,3% en 10 años. Se incrementaría de 920 mil toneladas en la actualidad a 1,4 millones en la futura campaña 2023/2024. El consumo nacional (interno) de aceite de girasol prácticamente no registraría variaciones, oscilando entre las 700 y 752 mil toneladas anuales. Las exportaciones de aceite crecerían fuertemente un 83,7% en 10 años, pero siempre sobre la base de valores sumamente bajos: podrían llegar a ascender a 643.000 toneladas en el ciclo 2023/2024.

Un detalle llamativo lo muestra la Harina de girasol argentina. La producción se elevaría de 964 mil toneladas en el 2013/2014 a 1.472.000 toneladas dentro de 10 años. Este crecimiento en la producción se asignaría en su totalidad a la alimentación animal en nuestro país. Es más, el modelo matemático utilizado con los supuestos adoptados, infiere una caída en las exportaciones de harina de girasol para dentro de 10 años respecto de los niveles actuales. Es un reflejo del fuerte crecimiento que se espera para los próximos años en la producción de carnes en nuestro país, especialmente la avícola y porcina.  

Finalmente, los biocombustibles. Se estima que la producción nacional de biodiesel aumentará en el período un 15,7%, situándose en 2.860.000 toneladas en el 2023/2024. En la campaña 2013/2014 ascendió a 2,4 millones de tn. Este aumento se destinará al mercado interno, el cual crecería de 971.000 toneladas en la actualidad a 1.480.000 toneladas en el 2023/2024. Las exportaciones experimentarían una leve baja del 8,4% en 10 años.

Con relación al etanol, la producción nacional aumentaría un 39%: de 498.000 toneladas en el 2013/2014 a 693.000 toneladas en el 2023/2024. Esta producción se utilizará en su totalidad para el corte obligatorio con las naftas del 10%, recientemente dispuesto por el Gobierno Nacional. La producción de etanol en base a maíz seguirá superando a la de caña, tal como se empezó a evidenciarse en el corriente año 2014.

Finalmente recordemos que se tratan de estimaciones, fruto de un modelo matemático –no econométrico- que estima simplemente lo que sucedería en el largo plazo si se cumplen supuestos específicos sobre condiciones macroeconómicas, vigencia de las actuales políticas públicas, condiciones meteorológicas normales, etc. Pero las conclusiones del trabajo son importantes y sirven para proyectar el futuro de la agroindustria argentina e intuir hacia donde podríamos dirigirnos con fuerza empresarial, óptimas políticas públicas y un escenario internacional que colabore a la consecución de nuestros intereses y objetivos nacionales.  

 
Autor: Julio Calzada
Fuente: BCR
 
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