Otro novedoso avance argentino

Menos tiempo, más barato y más renovable

La producción agroindustrial argentina tiene una superficie irrigada de unas dos millones de hectáreas, de las cuales el 70% requiere del riego para todo el ciclo de cultivo y el resto lo utiliza de manera complementaria, según datos oficiales.

Dicho esto, investigadores argentinos crearon un sistema de producción sustentable bajo riego por aspersión con pivot, equipado con tecnología de última generación para la gestión eficiente del agua y con capacidad para autogenerar energía eléctrica mediante paneles solares.

El sistema es multitarea y permite que, a través de sensores y dispositivos, se puedan monitorear los suelos y los cultivos para aplicar de manera selectiva agroquímicos y fertilizantes, permitiendo el ahorro de insumos y la consecuente baja en los costos para el productor, logrando además una producción más eficiente y mejores rindes.

El desarrollo nacional se gestó en la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) tiene en la localidad cordobesa de Manfredi. En diálogo con Infobae, su director y especialista en riego, Aquiles Salinas, señaló que esta es “una de las innovaciones que facilitan y hacen factible la incorporación del riego a la empresa pyme agropecuaria, sobre todo para estabilizar los rindes agrícolas y, así, mejorar resultados económicos y rentabilidad”.

Desde el INTA explican que  el proyecto contempla paneles solares para generar energía, lo que requiere un cambio de manejo de riego porque las aplicaciones deben realizarse sólo de día. Además, con el capital que se ahorra en energía en los primeros cinco años se puede cubrir el costo de adquirir los paneles solares. Además, en el momento en que las celdas no se utilicen para accionar el sistema de riego, la energía que se genere se podrá incorporar al sistema de interconexión nacional generando ingresos adicionales. Inclusive, en una segunda etapa se plantea utilizar las máquinas para el riego de cultivos cuya biomasa se pueda utilizar para generar bioenergía.

El sistema se destaca porque “a diferencia de las máquinas tradicionales tiene una nueva tecnología que permite duplicar la velocidad, es decir, lo que antes se hacía en ocho horas ahora se puede hacer en cuatro”.

Fuente: El Intransigente

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