“Las buenas prácticas no son más caras”

Pablo Risso, ingeniero agrónomo y productor de Victoria, Entre Ríos, tiene a su cargo la tercera charla del ciclo de capacitación online propuesto por Nidera a través de su programa Agricultura Consciente. En cuatro módulos, Risso cuenta su experiencia como productor agropecuario y las prácticas agrícolas que desarrolla en relación a rotación de cultivos, manejo de malezas y cuidado del suelo, buscando ser más eficiente y sustentable.

Frente a la rotación tradicional de esa región del sur mesopotámico, constituida por la secuencia trigo – soja de segunda – maíz – soja de primera, Risso ha incorporado hace tres años el cultivo de arveja. “Aunque suele ser tomado como una alternativa a la siembra de trigo –explica Risso-, en nuestro caso sin restarle hectáreas al trigo sembramos arveja como cultivo de cobertura para tener un suelo cubierto que nos ayuda a evitar el desarrollo de malezas como la rama negra y otras de difícil control”.

“De esta forma –agrega Risso-, la arveja constituye una alternativa económica que nos genera otro ingreso a la vez que nos permite cubrir el bache entre la cosecha de maíz, en febrero- marzo, y la soja de primera que sembramos entre fines de octubre y principios de noviembre”.

“También en las últimas campañas hemos incorporado la siembra de maíz tardío y en algunos casos de maíz de segunda, que nos están dando muy buenos resultados”, apuntó el productor.

En relación a las buenas prácticas ligadas a la conservación del suelo, Risso señala que en “El Principio” y en “Tío José” -los dos campos familiares que trabaja- la totalidad de la superficie se cultiva en siembra directa combinando con terrazas para el control de la erosión. “Además –explica-, estas son prácticas que recomiendo a los propietarios de los campos que alquilo y muchos ya han encarado la construcción de terrazas”.

“Hoy es imposible concebir la agricultura en Entre Ríos sin siembra directa”, enfatiza. Con respecto a la reposición de nutrientes, el productor explica que analiza la evolución de cada lote y con fertilizaciones de reposición busca mantener los contenidos de nutrientes de los suelos, “tratando de no perder, por ejemplo, los niveles de fósforo que tenemos en estos lotes, que son un poco más elevados que en otras zonas de Entre Ríos y que en general suelen ser escasos”.

El próximo objetivo que se propone Risso es poder seguir avanzando en la utilización de todas las herramientas de la agricultura de precisión. “Por ejemplo, trabajar con dosis variables es muy importante en nuestra zona -indica Risso-, ya que se caracteriza por campos muy dispares, con bajos muy pronunciados, medias lomas y lomas bien diferenciadas, que nos enfrentan a situaciones con distinto tipo de problemática y disponibilidad de nutrientes”.

En el último módulo Risso se refiere al manejo de enfermedades y malezas. “Las buenas prácticas no resultan más caras –asegura-, ya que en muchos casos nos aportan una mayor eficiencia y generan mejores resultados. Un ejemplo es la inversión en pastillas de pulverización para lograr eficientes aplicaciones de fitosanitarios”. Y, precisamente, cierra su charla recordando el tratamiento adecuado de los envases de esos productos, que luego del lavado almacena en silos de alambre.

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