La rentabilidad del sector se encuentra en su mínima expresión

La nueva gestión de gobierno que asuma el 10 de diciembre próximo necesitará reconstruir al campo como generador de divisas y empleos, opinó el economista y ex presidente del Banco Central Javier González Fraga.

El economista lo expresó en una entrevista con NA durante el final del Congreso “Imagina Argentina” organizado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), en Río Cuarto, Córdoba.

Con el mismo pronóstico coincidió el economista Juan Manuel Garzón, de la Fundación Mediterránea, al considerar que para que eso suceda “resultará clave recuperar rentabilidad en el sector y avanzar hacia la estabilidad macroeconómica”.

En su análisis titulado “¨Qué podrá aportarle el campo al próximo gobierno?”, Garzón afirmó que la rentabilidad del sector se encuentra en su mínima expresión, con costos que se han duplicado en dólares desde el año 2000.

“Es el caso de los salarios del sector de transporte, el precio del gas oil o el de la maquinaria agrícola. Eso anticipa una disputa intensa entre productores y propietarios de la tierra en el ciclo agrícola 2015-2016″, dijo Garzón.

Para el “caso de un establecimiento testigo, los alquileres deberían ajustarse un 30% a 40% en términos reales para que la rentabilidad permita continuar produciendo”, dijo el economista de la Fundación Mediterránea.

Una estimación conservadora indica que en 2016 la cosecha de soja excederá por 10 millones de toneladas el nivel que puede considerarse “normal”.

“Para un precio de exportación de 370 dólares la tonelada, similar al actual, el próximo gobierno se encontrará con una reserva de 3.700 millones de dólares en manos de los productores, que estará disponible en la medida en que se den condiciones atractivas para su venta”, señaló el economista.

González Fraga opinó que el próximo presidente tiene que “eliminar en forma inmediata casi todas las retenciones”, sobre todo las que afecta a las economías regionales, y bajar sustantancialmente el derecho de exportación para la soja.

El expresidente del Banco Central dijo que si él fuera ministro de Economía desde diciembre, “eliminaría todas las trabas para las exportaciones de lácteos y de carnes y procuraría que la Argentina vuelva a ser una potencia ganadera”.

A González Fraga le pareció “inconcebible” que Uruguay exporte el doble que Argentina y que Brasil pasó de tener el mismo stock ganadero que Argentina hace 50 años y ahora lo triplica o más.

Para el especialista es importante recuperar “la bandera de ser una potencia ganadera” también para reducir la presión de la sojización en la Argentina que deteriora los suelos por el monocultivo.

Además recordó que la ganadería y la actividad láctea dan mucho más empleo que la soja.

González Fraga “destrabaría la comercialización al trigo y al maíz que ha permitido que cuatro o cinco vivos se queden con mucha más renta que el productor”.

Además generaría reintegros de impuestos a las actividades de las economías regionales y una devolución automática del IVA, todo esto al considerar que el “campo está muy mal”.

“Hoy la actividad agropecuaria es la que puede generar los mejores empleos, la contribución tributaria y las divisas necesarias para consolidar el progreso en la Argentina”, agregó.

El panorama que trazó el economista sobre el agro es de un contexto fatídico y se basa esencialmente en la falta de rentabilidad y de crédito.

–Endeudamiento, un problema para los productores–

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) manifestó su preocupación por el creciente endeudamiento sectorial.

Pasada la siembra del trigo 2014-2015 (ahora viene la próxima) y con un 60% de la cosecha que ha sido comercializada , entregada para venta o canje , el desfasaje con el alto costo de los insumos y la caída de los valores de los cereales- “producto de la política triguera desarrollada por el Gobierno (ROEs, retenciones, etc.) ha producido un aumento considerable del endeudamiento de los productores”.

Este endeudamiento ha sido respecto de los proveedores de insumos, a lo que se suma que los productores comienzan a tener atrasos y principios de mora en cuanto a compromisos financieros asumidos.

“La situación genera preocupación no sólo por la situación de los productores en particular, sino por las consecuencias en las comunidades, agudizado aún más ante la falta de capital necesario para encarar una nueva campaña”, precisó la entidad que agrupa a más de 114 sociedades rurales en dos provincias.

De acuerdo con un informe realizado por AACREA en marzo pasado, los productores que han recurrido al endeudamiento para financiar capital operativo de la campaña 2014-2015, el 15% ahora evaluó su estrategia como inadecuada, tanto en plazo como en costo.

Para gestionar esta situación, el 38% de los entrevistados planifica la refinanciación de la deuda, mientras que el 22% evalúa la cancelación a través de la liquidación de capital, una decisión que impactará en el horizonte de estas empresas.

“Este escenario hace imprescindible que se propongan medidas que le den certeza al productor desde el arco opositor frente a una nueva campaña” precisó CARBAP en un comunicado titulado “Sembrar para endeudarse”. (BAE)

 

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