La frontera agrícola vuelve a contraerse

La intención de siembra de soja 2015/16 se proyecta en 20,5 millones de hectáreas, mientras que la de maíz está estimada en 3,3 millones de ha. Hace dos años ambos cultivos sumaban más de 25 M millones de ha, el año pasado la cuenta arrojó 24,5 M y ahora pasaría a 23,8 M. El notable aumento de los rindes de indiferencia limita considerablemente la producción. El Norte del país, y en general, las zonas alejadas de los puntos de entrega, con alto impacto del costo de flete, son las más afectadas. Si bien se consideran otros cultivos alternativos, en general, es la actividad ganadera la que se perfila con mejores posibilidades de incorporar parte de ese hectareaje. Pero ante la falta de capital, son numerosos los lotes con destino incierto que podrían quedar sin posibilidades de integrarse a un ciclo productivo.

A ritmo lento, las labores de implantación de maíz comenzaron con recargas moderadas en setiembre. El patrón de lluvias de la primera quincena de octubre, tampoco ha cambiado demasiado, y con lluvias de montos acotados, avanza pausadamente el ritmo de implantación. El avance de las labores de siembra cubre 850 mil ha, 26% de una intención de 3,3 millones ha. Aunque los márgenes siguen retrocediendo, por ahora se mantiene la estimación de una caída de área del 23% respecto del año anterior ante la posible compensación con siembras tardías en diciembre. No se descarta, sin embargo, una caída de área mayor al porcentaje mencionado de no haber cambios que impacten en el precio de la mercadería. 

En trigo, falta bastante para superar etapas claves, pero las recientes lluvias y las reservas  de humedad en profundidad en la región pampeana permiten proyectar una producción de 9,3 millones de toneladas. Desde que empezó octubre, frentes de aire frío y tormentas que escapan de los sectores que tuvieron problemas con excesos hídricos, mantienen buenas condiciones en el cultivo. Después de realizar controles de enfermedades, se mantienen las adecuadas condiciones de sanidad, al tiempo que se observan buenos niveles de desarrollo en los lotes trigueros de zonas mediterráneas. En el este bonaerense, tras la fuerte presión pluvial de agosto, el traslado de las lluvias al este y al norte, acota la superficie perdida para trigo a unas 90 mil ha. (Fuente: GEA)

 

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