La calidad industrial de la soja se ha ido reduciendo año a año

La relativamente baja proteína encontrada en la producción argentina de soja en la campaña 2012/2013 habría implicado un costo extra de alrededor de USD 405 millones para el complejo oleaginoso nacional, debido a la consecuente caída en la calidad proteica de la harina de soja, principal producto de exportación de la República Argentina. Esta cifra surge de considerar los siguientes conceptos:

1- Mayores costos energéticos por elevar el nivel de proteína de la harina de soja mediante un proceso adicional de secado.

2- Menores ingresos por la pérdida de volumen del subproducto al disminuir la humedad.

3- Reducción de ingresos por descuentos comerciales aplicados por la venta al exterior de harina con menor calidad que la exigida según estándares internacionales.

En una edición anterior del Informativo Semanal que realiza la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario  se planteó el problema que viene vislumbrándose en las últimas campañas, y que tomó más relevancia en la última: la calidad industrial del haba de soja argentina se ha ido reduciendo año a año, llegando al nivel mínimo en 16 años en la campaña 2012/2013. Este problema en la composición del grano deviene en crecientes esfuerzos por parte del complejo de crushing nacional para lograr una harina de soja que cumpla con los estándares de comercialización internacionales, situados en un 47-49% de tenor proteico.

En un intento por cuantificar este problema y determinar cuánto le cuesta al país obtener un subproducto oleaginoso de la calidad requerida internacionalmente, se calcularon los costos adicionales en los que la industria procesadora debe incurrir y la pérdida de ingresos que genera la caída en la proteína de la materia prima.

Autores: Julio Calzada, y Florencia Matteo

Fuente: BCR

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