Exportando se abastece mejor el mercado interno

Lo que está haciendo es lo de manual que realizaron todos los políticos hace 80 años: el desafío de la dirigencia de la cadena pecuaria es presentarle en forma urgente una propuesta moderna de producciones de carnes a todos los partidos de la oposición, para que se comprometan a votarla en el 2016 y de esa forma terminar con la magra performance de producción y de exportación por falta de previsibilidad a quien invierte.

Lo fundamental para una propuesta moderna de producciones de carnes que sea sustentable y sostenible en el tiempo, es sancionar políticas de Estado -las leyes­­- que definan el marco institucional mínimo que necesita la cadena pecuaria, para darle previsibilidad a las inversiones que necesita a fin de aumentar la producción, transformación y exportación de proteína animal en forma competitiva a todos los mercados del mundo y poder  abastecer mejor el consumo interno.

El desafío de nuestra dirigencia con la propuesta es demostrar a autoridades y al público en general con argumentos convincentes, que cuánto mayor cantidad exportemos mejor vamos a abastecer los mercados internos en cantidad, calidad y precio en un determinado tiempo.

La actual situación de la ganadería, de las industrias frigoríficas y baja performance de nuestras exportaciones debería ser la última experiencia traumática para hacernos cambiar.

Pretender seguir viviendo con lo nuestro, abastecer primero el consumo interno y ser exportadores de saldos fue lo que nos llevó a la actual situación.

Por defender la mesa argentina hemos perdido 12 millones de cabezas, nuestros vecinos nos superan como exportadores de carnes y mientras muchos argentinos pobres a pesar de abaratar la carne para todos, no pueden comer carne barata porque no tienen trabajo ni plata para comprar.

Que nuestra dirigencia siga hablando de producción de carne vacuna solamente, es quedarse en el pasado en el siglo XXI. No se puede seguir promoviendo una ganadería dependiente del mercado interno y de precios políticos en la Argentina. El mundo no habla de carnes habla de proteínas.

Los grandes exportadores de carne vacuna son también productores y exportadores de carnes de ave y cerdo, transformado sus granos en proteína animal en los diferentes clústers regionales porque optimizan los costos de producción, para el crecimiento y desarrollo planificado moderno al transformar materia prima en biocombustibles y alimento en las diferentes  regiones del interior del país.

Exportando los cortes de mayor valor a los mercados de mayor poder adquisitivo está asegurado el abastecimiento del mercado interno.

El país está en condiciones en pocos años de producir 4.000 millones de toneladas de carne vacuna. Si exportamos 30% de la producción en los cortes de mayor valor exportaríamos 1.200 millones de toneladas y quedaría para el consumo 2.800 millones de toneladas que divididos por 40 millones de argentinos represente 70 kilos por habitante anual.

En tanto, el marco institucional mínimo para llegar a esas  metas debería contener las siguientes premisas:

-Establecer por ley que el estado no puede intervenir en el 
   negocio empresario. Esto fue lo que hizo Uruguay para poder 
   concretar su política de carne. 
-Que haya un único estándar mínimo sanitario para todas las 
   plantas de faena. Transparentar el mercado de las carnes es un 
   objetivo prioritario para una sana competencia y la atracción de 
   inversiones.
– Establecer un sistema de comercialización por cortes, para 
   aprovechar al 100% la media res. De esa forma se atiende en forma 
   eficiente y competitiva las diferentes demandas, optimizando los 
   costos de los fletes.
– Impulsar un sistema mínimo de trazabilidad que responda a 
   estándares internacionales. Se debe ir generalizando por medio 
   de incentivos. 
– Es fundamental que toda la cadena pecuaria promueva la 
   diversificación del consumo de proteínas de carne de cerdo, de 
   ave y de pescado. Es más saludable para la salud y permite al 
   mismo tiempo liberar saldos de carne vacuna para cumplir con la 
   apertura de nuevos mercados. 

El país tiene que asumir en conjunto que puede y debe volver a ser un exportador previsible de carnes a todos los mercados del mundo: La carne vacuna argentina es una marca reconocida y está en nosotros poderla posesionar nuevamente en cantidad y calidad.

Autor: Arturo Navarro – Ex-presidente CRA

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