El área maicera caería un 23%

Tomando como supuesto 800.000 ha sin entrar en el circuito de comercialización granaria, la producción para grano tendría una base cosechable de 2,5 M de ha. Los pronósticos suponen lluvias a favor del ciclo del cultivo, por lo que podría esperarse un escenario positivo de producción en el que se alcanzase un nivel de rinde similar al del año pasado (76 qq/ha). Bajo estas conjeturas, la cosecha de maíz 2015/16 estaría arrojando un volumen de 19 M de Tn. De todas maneras es muy importante destacar que podría haber cambios en los próximos meses que afecten significativamente el nivel de siembra. El potencial de caída podría extenderse más allá del 23% pero por otro lado, podría haber eventos que mejoren significativamente la relación de costos y márgenes.

En el cultivo de trigo, los daños del último temporal sobre el este de la región Pampeana han provocado la pérdida de 90 mil hectáreas. El buen tiempo que se ha instalado desde entonces permitió minimizar los daños y limitar las áreas perdidas a las zonas de mayores riesgos hídricos. A pesar de que están terminadas las siembras de trigo en Argentina, sigue habiendo incertidumbre en el nivel de las siembras de trigo del sudeste bonaerense. Las manifestaciones de siembra siguen siendo de un nivel muy bajo en un año muy difícil para el sector. Si se confirma el bajo nivel de implantación, la producción de trigo necesitará contar con un clima sumamente favorable para alcanzar los dos dígitos de producción.

Trigo 2015/2016

Ha finalizado la siembra de trigo en la República Argentina y no se efectúan ajustes significativos en la superficie implantada respecto de lo estimado en el informe anterior, aunque se realizarán estudios para reconfirmar el nivel de siembra del sudeste bonaerense. En general, el cultivo de trigo tuvo una buena implantación aunque se desarrolló de manera trabada por la falta de lluvias que condicionó las provincias del oeste. Igual la situación era paradójica. En los suelos había agua en profundidad, y la atmósfera estaba saturada de vapor, pero no llovía y faltaba el agua en las camas de siembra. De todas formas, logró concretarse la siembra de 3,36 millones de hectáreas. El cultivo de trigo consolida una disminución interanual del área del 28%.

Casi a un mes del temporal que afectó al este de la provincia de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sur de la provincia de Entre Ríos, el buen tiempo dominó sobre esta región y permitió una recuperación de las áreas con mejores posibilidades de drenaje, minimizando los daños por asfixia radicular. El 18 de agosto hubo un frente muy importante pero afortunadamente, fue sobre el norte de la zona afectada por el temporal anterior. Alcanzó el norte de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. Hubo lluvias sobre la región pampeana durante este tiempo, pero fueron de milimetraje bajos. Lo otro que caracterizó a este período climático fue el tiempo ventoso y pasajes de aire muy cálido, que subieron significativamente las temperaturas, alternados con breves días de frío que no alcanzaron a desarrollar heladas de consideración.

Luego de casi un mes del violento temporal de lluvias, se está considerando un área perdida de unas 90 mil hectáreas, cifra que seguirá ajustándose en función de la evolución del cultivo.

En Buenos Aires, la zona más afectada fue la región este. El centro y el este de la franja oriental, pero sobre todo los partidos que integran la Cuenca del Salado resultaron los más perjudicados por el temporal. Los cuadros de posiciones topográficas medias y bajas muestran severas pérdidas de superficie implantada. En las zonas más altas se notan perdidas de plántulas y hay un fuerte avance de malezas. También es notorio el amarillamiento clorótico por falta de nutrientes y/o la asfixia por los anegamientos temporarios. El sudeste también ha sido afectado a pesar de que los volúmenes de agua que recibió fueron más acotados, pero los problemas de napas están amenazando la desaparición de numerosos cuadros trigueros. La situación cambia y mejora hacia el sudoeste. Los cuadros están creciendo en muy buenas condiciones y sin limitantes ambientales. También la porción del centro y norte occidental de Buenos Aires, se ven mayoritariamente en buenas condiciones, atravesando etapas de macollaje. Están sin problemas sanitarios significativos a pesar de que se observa avances de mancha amarilla y roya de la hoja. 

En Córdoba, las condiciones de altas temperaturas y fuertes vientos que se desarrollaron durante agosto provocaron un desecamiento en los niveles superficiales de los suelos del sur provincial. La falta de agua comenzó a impactar en la condición de los cuadros marcando un deterioro que se nota por el amarillamiento y los manchoneos. De todas formas el norte y el este, siguen manifestando problemas de excesos a pesar de que no hubo lluvias de importancia durante este tiempo. En general los lotes están desarrollándose en buenas condiciones a pesar de los problemas de napas de agua que retroceden muy lentamente. Los lotes de primeras siembras están ingresando en la etapa de encañazon. Se empieza a realizar los primeros controles para roya de la hoja en cuadros aislados.

En Santa Fe, las zonas más afectadas fueron el sur y parte del centro santafesino. El grueso de la superficie de trigo está atravesando los estadios vegetativos de macollaje y encañazón. En general predominan las buenas condiciones aunque los sectores con napas cercanas a superficie presentan amarillamiento, por el lavado de nitratos y los efectos de los anegamientos parciales. Comienzan a presentarse enfermedades foliares; hay cuadros con síntomas de mancha amarilla y pústulas de roya anaranjada en materiales susceptibles. Por ahora no justifican medidas de control pero se estiman aplicaciones en breve.

Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba e incluso el NEA se perfilan con un potencial que está comprometido por el escaso nivel de tecnología en semilla y fertilización, pero el agua no se presenta como limitante. En la franja este de la región pampeana la continuidad de un patrón húmedo supone una amenaza por la alta presión que ejerce sobre los suelos la presencia de agua subterránea. Particularmente dejaría muy  vulnerable a la provincia de Buenos Aires, donde se encuentran las principales áreas trigueras de Argentina.

Para las zonas más mediterráneas el auxilio de las lluvias en el próximo mes mejoraría la condición del cultivo. 

Maíz 2014/2015

La intención de siembra de maíz para la campaña 2015/16 puede implicar una pérdida de cobertura interanual del 23%, con lo cual se estaría ante la potencial superficie de 3,3 millones de hectáreas. Las siembras se han iniciado en forma muy aislada en la Región Pampeana.

Cabe destacar que se ajustó la cifra de superficie sembrada en la provincia de Córdoba de la campaña pasada en 239 mil ha más, luego de un proceso de revisión de datos. Por lo tanto, en la campaña 2014/15 se considera un área sembrada con maíz de 4,32 millones de hectáreas y un volumen de producción de 27,3 M de tn de maíz.

Es notable que en la región núcleo se dé una de las mayores disminuciones en la intencionalidad de siembra, con respecto al año pasado, llegando a superar el 35%. En algunas zonas del norte del país las caídas respecto al año pasado pueden superar el 40% pese a los buenos resultados productivos que se obtuvieron en la campaña anterior. En el resto, en general las caídas están entre el 18 y el 40%.

¿Hay decisiones de siembra postergadas o definitivamente habrá un pasaje contundente a soja? La respuesta la tendrán las siembras tardías de noviembre y diciembre. De todas maneras este es un año en que es claro que las siembras tempranas son las que harán mayores diferencias productivas. Los buenos perfiles hídricos a pesar de los excesos, junto al pronóstico de “El Niño” ofrecen mayores posibilidades. También el sector aún relame el gusto amargo de los costos extras por secadas obligadas de un maíz que no terminaba de secarse, y por los problemas de logística que suelen desencadenarse tras el otoño. Aparte la mercadería entra al mercado en un momento de menor competitividad comercial. Pero es indudable que si el maíz recibe signos ventajosos en este futuro incierto, pese a todos estos inconvenientes, las siembras tardías podrán amortiguar la caída que hoy se pronuncia. (Fuente: GEA)

 

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