Desafíos a futuro

Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del Inta, consideró que “esto va más allá de los eventos interanuales como El Niño intenso de la campaña 2015-2016”. Agregó que “los anegamientos e inundaciones son una realidad desafiante para nuestro sistema productivo, nuestro ambiente y nuestra población”.

El efecto del cambio en el clima profundizó los extremos de la variabilidad, por lo que tanto las tormentas como los períodos de lluvia, los déficit y las sequías son más extremas. “Cada situación de convección profunda en la atmósfera, genera pérdidas productivas y un alto impacto en la sociedad”, señaló. “Esto no es solo una cuestión de percepción pública, sino una certeza científica explicitada en múltiples publicaciones”, aseguró.

De acuerdo con Miguel Taboada, director del Instituto de Suelos del INTA, “el oeste de la región Pampeana está sufriendo una monzonización del clima, donde caen las mismas lluvias pero muy concentradas en primavera, verano y en otoño y con inviernos muy secos”.

Por esto, “es necesario aplicar un enfoque por cuencas para amortiguar el rápido escurrimiento de agua hacia los cauces”, advirtió. “Esto puede lograrse aplicando tecnologías de modelización hidrológica y mediante políticas de ordenamiento territorial”, explicó.

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