Automatismo y robótica, ejes de la agricultura del futuro

En un contexto político en el que nuestro país tiene a la soberanía satelital entre sus prioridades, hablar de la importancia de la información generada por estos dispositivos suena redundante. Sin embargo, cabe destacar que, gracias a estas herramientas, surgen desarrollos para la innovación tecnológica e información para la toma de decisiones que hoy resultan imprescindibles.

Para Andrés Méndez –coordinador del área de agricultura de precisión del INTA– resulta “invaluable” el avance que tuvo la ciencia y la tecnología en las últimas décadas que permiten contar con “información agronómica valiosa para tomar decisiones más eficientes”.

Es así que hoy resulta posible pensar en contar con imágenes instantáneas, de calidad y a muy bajo costo a bordo de drones equipados con GPS. Diseñados para salir desde una base, realizar el vuelo prefijado con un software y, una vez terminada la tarea, volver a la base para cargar la batería y quedar listos para el próximo vuelo.

Entre las ventajas de este tipo de dispositivos, Méndez ponderó la mejora en la capacidad de “conocer la variabilidad de los lotes, realizar un seguimiento de los cultivos que permita anticiparse a las plagas y enfermedades, sectorizar ambientes de malezas, detectar fallas de siembra o fertilización si las hubiese, o bien un simple recorrido a campo cuando se dificulta el acceso a pie”.

En línea con la visión a futuro del especialista, “en los próximos años serán clave las empresas que brinden el servicio de drones y, a su vez, sean capaces de hacer una devolución de esos datos procesados y analizados”.

“Vamos hacia el análisis de la microvariabilidad del terreno”, anticipó Méndez, quien indicó que “la agricultura del futuro estará, también, apoyada en el automatismo y la robótica”.

Y, en este sentido, hizo referencia al libro ¡Crear o morir!: La esperanza de Latinoamérica y las cinco claves de la innovación de Andrés Oppenheimer para asegurar que “hoy todo es posible desde el punto de vista tecnológico”.

“Así, ya no resulta impensado creer que un dron será capaz de tomar fotografías multiespectrales y, en tiempo real, realizar el pedido de fertilizantes para un lote determinado”, ejemplificó Méndez.

“Es que los datos se convirtieron en el nuevo equivalente del oro o del petróleo”, indicó el especialista en agricultura de precisión del INTA y agregó: “Aquellos países mejor preparados para acumular, procesar y analizar estos datos serán los más prósperos”.

Para dar un paso más en esta materia, el técnico recomendó lograr productos con trazabilidad de procesos. “Ya no hay dudas de que el negocio futuro del agro va de la mano de poder diferenciar los productos mediante el uso y manejo de datos. Para esto, debemos ser generadores de un modelo global y competitivo”.

En favor de esto, hoy es posible recoger datos de un equipo mediante un teléfono celular y a distancia, compartirlos entre diferentes equipamientos, procesarlos georeferenciada y automáticamente, y generar un vínculo de gran fluidez de información entre los operarios, productores, asesores y proveedores. (INTA)

 

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