Quemas en las islas: Ganaderos rechazan acusaciones, explican la situación y apuntan contra el ministro Cabandié

Explican por qué prender fuego "es suicida", y cuenta la situación de descontrol en la zona.

Los productores agropecuarios aseguran que no son los responsables de los extendidos incendios en el Delta del Paraná. Atentos a las acusaciones que recayeron sobre el sector- sobretodo en la ganadería- por las quemas que se registran en las islas desde hace semanas, explican que no hay motivos para realizarlas, y hablan de “desidia y falta de control” por parte del Estado. 

“No hay razón para que los productores prendan fuego. La sequía que hay, la bajante del río y las heladas que hubo hasta hace una semana, provocan la acumulación de una masa seca proclive a quemarse. Para un isleño, prender fuego en este contexto es casi inmolarse”, contó a ON24 el presidente de la Sociedad Rural de Victoria, Eduardo Grimaux;  quien remarcó que si bien la entidad no suele referirse a este tema, la catarata de críticas los obligó a salir a aclarar la situación.  

De acuerdo con el dirigente rural, si bien se conoce que la quema es una práctica habitual para renovar las pasturas de las que se alimenta el ganado, la bajante ha provocado que el ecosistema se quede sin los cortafuegos naturales que son las lagunas, arroyos y ríos; por lo que desatar un foco ígneo es “suicida” para los propios isleños que carecen capacidad para controlarlos; y que ante esta situación “han tenido que abandonar sus hogares,  han perdido campos y mucha infraestructura, y  no sirve de nada porque los pastizales están completamente secos”. 

“Los animales no comen cenizas”, coincidió el productor ganadero Enzo Vignale, y descartó de plano que sean los mismos productores o los puesteros quienes inicien los incendios: “Ningún ganadero en esta época va a hacer una quema. Recién los pastos vienen a fines de agosto, pero la creciente que no llega y la falta de lluvia hacen innecesario quemar”. 

No obstante, de acuerdo con Grimaux, se debe prestar atención a la población nómada que circula por las más de 350.000 hectáreas que tiene el delta, a los pescadores que ante la bajante prenden fuego pastizales para ingresar a las lagunas por tierra, y a los cazadores furtivos que aprovechan el fuego para capturar carpinchos que huyen desorientados. 

MÁS EXPLICACIONES

Tanto Grimaux como Vignale coincidieron en que debido al extendido abigeato y la variabilidad agresiva de las crecientes y bajantes del río, cada vez hay menos ganado en las islas. “Esto es clave porque la hacienda es la que regula la cantidad de pasto. Si hubiera la misma cantidad de cabezas que hace una década atrás, las quemas desatadas por terceros no tendrían estas consecuencias”, dijo el presidente de la SR de Victoria. 

A su vez, ambos hicieron énfasis en la falta de control coordinado de Santa Fe y Entre Ríos; y señalaron que a pesar de contar con los recursos, la falta de vigilancia es notable. Vignales, justamente, es un empresario ganadero que abandonó la actividad acobardado por el robo de ganado y las fluctuaciones del mercado. “Llegué a tener 1.300 cabezas pero hace dos años dejé el negocio. El abigeato en la islas y la presión impositiva te terminan corriendo”, subrayó. 

Mientras que Grimaux apuntó contra la supuesta falta de recursos del Estado para controlar lo que sucede allí:  “En 2017 se sancionó una ley provincial (de Entre Ríos)  que definió a la zona como una área natural protegida y delimitó las actividades que se pueden realizar; y si bien a esa normativa nunca la reglamentaron, sí nos cobran un impuesto que es el 0.5% del Inmobiliario Rural que va a un fondo de fomento. O sea que el dinero para hacer el control debería estar”, advirtió.

“LA POLÍTICA CARECE DE EMPATÍA”

Ante las declaraciones del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, en las que aseguró que “los productores agropecuarios de la zona están quemando los pastizales para mejorar el forraje”; los dos entrevistados aseguraron que parte de la dirigencia carece de conocimiento real de la situación. 

“El ministro del Medioambiente no está a la altura de la circunstancias. Está abriendo una grieta muy grande entre el campo y la ciudad sin conocer el tema”, dijo Vignales. A lo que Grimaux añadió: “Vemos que la política carecen de empatía, enseguida señalan a supuestos culpables, hacen generalizaciones sin conocer a fondo el tema. ¿Nadie piensa en que los isleños también la están pasando mal?”. 

REDACCIÓN ON24

Por Mariano Fortuna /m.fortuna@on24.com.ar

 

 

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