Santa Fe registró superávit fiscal tras 11 meses en rojo

Tras un año 2015 deficitario, con un rojo fiscal que giró en torno a los $ 5.000 millones, el gobierno provincial logró revertir este resultado y para el primer bimestre del año los números fiscales de Santa Fe mostraron un superávit equivalente a 984 millones de pesos, según informó el Centro de Investigaciones Sociales y Económicas (CISE) de Fundación Libertad.

En forma concreta, mientras que en enero se registró un resultado del sector público negativo de $ 436 millones, en febrero, el mismo fue de $ 1.420 millones positivo. Se logró, así, quebrar una tendencia adversa, que acumulaba once meses consecutivos de déficit fiscal. Justamente, el último período con superávit para las arcas provinciales fue el mes de febrero de 2015, cuando se obtuvo un resultado de $ 471 millones, acumulando luego en los siguientes once meses un rojo de $ 5.525 millones.

Esta mejora en el segundo mes del año, señala el informe, obedece a dos factores: en primer lugar, a una cuestión estacional, siendo febrero un mes positivo para el promedio del año, y en segundo lugar, en gran medida, a los mayores aportes de la Nación. El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitido durante el mes de noviembre de 2015 influyó positivamente en las cuentas provinciales al dejar de retraer el 15% de recursos coparticipables a favor de ANSES. En forma concreta, los recursos tributarios enviados por la Nación crecieron casi un 60% anual en el primer bimestre del año.

Evolución de ingresos y egresos 

Para el lapso enero–febrero de 2016, los ingresos totales se incrementaron un 47% interanual, alcanzando los $ 16.542 millones. Desagregando a los recursos corrientes, los tributos nacionales fueron los que más crecieron en el último año al hacerlo en un 59%, ascendiendo a $ 8.253 millones. Por su parte, los impuestos provinciales hicieron lo propio en un 39% anual logrando una recaudación por esta vía de $ 4.191 millones.

En cuanto a la composición porcentual de los recursos tributarios según su origen, durante el primer bimestre del año en curso, los recursos de origen provincial representaron el 33,7% y los de origen nacional el 66,3%. Para igual período del año anterior, las composiciones eran del 36,8% y del 63,2% respectivamente, lo que evidencia el crecimiento de la participación de los fondos enviados por la Nación en 3 puntos porcentuales.

En el otro lado de la balanza, los gastos totales para el primer bimestre del año fueron de $ 15.557 millones, desagregados en corrientes con $ 14.053 millones; de capital $ 561 millones y figurativos en $ 942 millones. Tal como ocurre desde hace tiempo, las erogaciones corrientes representan el 90% sobre el total y no hay síntomas de revertirse. Se observa, para dicho período, un incremento interanual de los gastos totales que giraron en torno al 40%, en gran parte debido a los gastos corrientes, que crecieron en la misma proporción.

A su vez, destaca el CISE, los gastos de capital no sólo representan un porcentaje casi marginal sobre el total de gasto público provincial, sino que también obtuvo una contracción en términos interanuales en torno al 4%, pasando de 588 millones de pesos para el primer bimestre de 2015 a 561 millones un año más tarde. Esta caída interanual estuvo generada principalmente por un estancamiento nominal de la mayoría de los componentes, sumada a una menor erogación vía transferencias de capital.

Perspectivas

Si bien es un hecho positivo la reversión del déficit fiscal, el informe del CISE plantea algunos interrogantes para el futuro, a partir de las diferentes medidas de beneficios fiscales que el gobierno nacional está llevando a cabo. Por un lado, se encuentra la devolución del IVA para pymes y para sectores vulnerables como los jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales, cuyo impuesto representa cerca del 50% del total de impuestos coparticipados a nivel nacional. La probable modificación del impuesto a las ganancias a realizarse a futuro es el otro gran componente de esta masa coparticipable.

Esto, sumado a la caída de la actividad por la que viene transcurriendo la provincia desde julio de 2015 según el ICASFe -índice elaborado por la Bolsa de Comercio de Santa Fe-, puede impactar en las cuentas. También debe considerarse a la rigidez de la estructura de gastos, compuesta, en su mayor parte, por erogaciones de carácter corriente.

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