La dirigencia del sector se mostró decididamente en contra de la intención del dirigente de la oposición Juan Grabois. A la idea de la vuelta de la Junta Nacional de Granos, ahora se le suma la reforma agraria y expropiación de campos. Ruralistas y el propio gobierno salieron a cruzar duro al dirigente social.
“Estos sistemas ya fracasaron hace muchas décadas dañando seriamente la economía en varios países, debemos cuidar la república y la producción”, opinó el ministro de agroindustria de la nación Luis Miguel Etchevehere.
“Es anacrónica e inconstitucional. Muestra la falta de coherencia que existe en ese espacio, desconoce cómo funcionan los sistemas de producción modernos y cuáles son las unidades productivas más eficientes”, sostuvo a su turno Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina.
Para el ministro Etchevehere, “es tan malo el sistema que hasta el comunismo lo dejó de lado”. “Esos países fracasaron y tuvieron que volver atrás”, destacó el funcionario, apuntando al mismo tiempo que Argentina este año tuvo record histórico de cosecha, que se traduce en más inversión, creación de empleo y arraigo. “El sistema funciona”, dijo el funcionario nacional, poniendo blanco sobre negro.
“Es desconocer el trabajo en red del campo que coordina esfuerzos de contratistas, proveedores de insumos, transportistas, profesionales, entre otros. La base del desarrollo es el respeto a la ley, a la propiedad privada, para garantizar la seguridad jurídica de los productores”, advirtió el funcionario nacional.
Lo cierto es que, a pesar de lo delirante que suena la propuesta de Grabois en el contexto actual de nuestro país, genera cierto escozor en la comunidad agropecuaria de nuestro país.
