Advierten pérdida del poder adquisitivo

Febrero no fue un buen mes para el comercio. Según las cifras consignadas en un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas cayeron un 4, 5 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado. Las cantidades “se vieron afectadas por la pérdida de poder adquisitivo de las familias y la menor capacidad de financiamiento que mostraron muchos compradores, cuyas tarjetas de crédito resultaron saturadas”, afirma el estudio.

La caracterización más fuerte del mercado de consumo actual pasa por la necesidad de vender mucho para obtener ganancias, ya que frente a las subas agresivas de costos, los márgenes se volvieron más escasos. Pero, al contrario, las ventas bajan y la rentabilidad también.

Desde CAME, notaron que programas de financiamiento como el Ahora 12 o las cuotas sin interés que ofrecieron algunos comercios empujaron levemente el consumo, y permitieron morigerar la caída. Pero no alcanzó para reactivar al sector que, además de los derrumbes en las ventas, se vio sumamente afectado por las subas de costos y las dificultades para trasladarlos a los precios.

Ni con las clases

Si bien el inicio del ciclo lectivo generó mucho movimiento sobre la última quincena del mes, los rubros relacionados también vendieron menos que el año pasado. Los que más se movieron fueron los artículos de librería, libros, e indumentaria y calzado escolar.

Con el resultado de febrero, las ventas minoristas medidas en cantidades iniciaron el primer bimestre del año con una caída de 3,4% frente al mismo período del año pasado.

Se cayó el caballito de batalla

El rubro que durante largo tiempo fue el blanco principal del consumo muestra, según el informe de CAME, “un franco deterioro en febrero”.  ‘Electrodomésticos y artículos electrónicos’, vio caer las ventas en un 6,1 por ciento (medidas en cantidades). Hubo muchas consultas y poca demanda. Los comercios lanzaron interesantes ofertas de televisores, aires acondicionados, computadoras, celulares, heladeras, y mucho más para activar las ventas. Eso fue de lo poco que se vendió.

Tampoco ayudó la falta de margen en las tarjetas de crédito que afrontaron muchas familias. En ese sentido, los comercios consultados declararon que aumentaron los rebotes por fondos insuficientes. En algunos casos lograron segmentar las compras en dos o más plásticos. Pero en otros, directamente la venta no se pudo concretar.

 

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