Tecnología futurista: Samsung Gear S

El Samsung Gear S posee una pantalla de 2 pulgadas. Puede considerarse grande por ser un objeto que se utilizará en la muñeca, que en algunas personas tiende a ser fina. Estéticamente desencaja un poco por la diferencia de tamaño entre el brazo y el dispositivo. 

La correa, fabricada en silicona, cuenta con una pieza metálica que nos permite regular el ancho. Si nos enfocamos en las líneas de diseño, los coreanos nos dejan claro que lo que llevamos en la muñeca es un pedazo de tecnología futurista.

El control principal de este reloj se concentra en un solo botón físico en la parte frontal. Con él encenderemos o apagaremos la pantalla así como la vuelta al inicio de la interfaz. También sirve para activar “Voz S” si lo pulsamos dos veces o bien para apagar el terminal del todo cuando lo dejamos pulsado. El resto de comandos recaen en la parte táctil.

Tiene un diseño único que le debe mucho a las generaciones anteriores. Huye de las convenciones que ofrecen otros modelos y su predisposición a mimetizarse con formas y estéticas más reconocidas por todos. La respuesta táctil es buena y aquí el tamaño nos permite realizar todos los gestos sin ningún problema. 

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