El smartphone que promete ser fácil de arreglar

Fairphone es una compañía holandesa conocida por su línea de smartphones sustentables y con conciencia social: la compañía controla toda la línea de proveedores para asegurarse que los componentes que usa no incluyan materiales que provengan de países en conflicto, y que los trabajadores que hacen la recolección reciban un pago justo.

Para su segunda versión, el Fairphone 2, la compañía apunta a hacer un dispositivo fácil de arreglar, que alargue su vida útil y reduzca el impacto que este tipo de dispositivos tiene en el medio ambiente (y en el bolsillo de muchos de sus usuarios).

No es un desafío menor: en la medida en que los fabricantes han ido buscando aprovechar cada milímetro cuadrado disponible en los nuevos smartphones, han ido optando por configuraciones y hardware que, en muchos casos, es difícil de reemplazar, porque no admite el cambio de un único componente, sino de todo un bloque de ellos, además de usar carcasas selladas, etcétera. 

El equipo, que estará listo a fin de año, tiene una pantalla Full HD de 5 pulgadas, un chip Snapdragon 801, 2 GB de RAM, una cámara de 8 megapixeles, Android 5.1 y Gorilla Glass 3 de 0,7 mm (el más grueso disponible para, en teoría, hacerlo más resistente). Tendrá un precio de 525 euros.

En lo que refiere al diseño, la compañía privilegió el uso de tornillos para conectar varios de los componentes a su estructura de magnesio, resignando grosor pero permitiendo que el reemplazo de una pieza sea un proceso relativamente sencillo para alguien con un mínimo de conocimientos. Es posible reemplazar la cámara, el procesador, el micrófono, la pantalla, la batería y otros elementos. Lo mismo para la carcasa: la compañía considera que no debería ser necesario usar una funda para proteger el teléfono, por lo que privilegia un diseño que permita un reemplazo rápido.

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