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Una tendencia que crece: lipotransferencia

Por Sebastián Ortiz

Es un procedimiento quirúrgico que utilizando la propia grasa extraída de algunas zonas del cuerpo donde se ha acumulado en exceso se trasplanta a otras zonas que requieren aumentar su volumen, como la zona facial, surcos, pómulos, la región glútea, así como para aumentar el volumen de las glándulas mamarias.

El auto-trasplante de grasa, también llamado injerto de grasa, inyecciones de grasa, lipofilling, lipoestructura o lipotransferencia, es un procedimiento que utiliza la propia grasa de una persona para rellenar irregularidades y surcos. En el momento actual es una técnica bien establecida que fue perfeccionada a principios de los noventa.

Las indicaciones estéticas para someterse a un lipofilling incluyen las mejillas hundidas o asimétricas, la desaparición de la grasa de los pómulos, los surcos profundos que van desde la nariz hasta las comisuras de la boca, y en algunos casos, también las líneas entre el párpado inferior y la mejilla conocido como el surco de las lágrimas.

También es uno de los métodos más comunes utilizados para el aumento de labios. Además, el lipofilling se puede utilizar para suavizar todos los tipos de irregularidades, tales como las que resultan de la liposucción o secuelas de otras intervenciones.

A nivel del contorno corporal se utiliza para el aumento del volumen tanto de los glúteos como de las mamas. La grasa necesaria se obtiene mediante una lipoescultura limitada a través de una o varias incisiones (de entre 3 y 5mm). Normalmente se extrae del abdomen o la parte interna del muslo. La grasa aspirada se procesa, a traves de filtración o lavado. Como resultado, se obtiene tejido graso líquido y puro, listo para la inyección en la zona deseada.

La grasa se distribuye uniformemente en la zona, mediante la inyección de pequeñas cantidades en los tejidos, de tal manera que la grasa inyectada esté bien rodeada de tejido sano. Esto asegura que la grasa trasplantada permanezca en contacto con los tejidos circundantes que deben suministrar oxígeno y nutrientes.

El procedimiento dura aproximadamente entre una y dos horas, dependiendo de la extensión de la zona/zonas a tratar.

Se utiliza anestesia local para infiltrar tanto la zona donante como la zona a tratar. Pero si el anestesiólogo lo cree conveniente se realiza anestesia general.

Puede hacerse tanto con internación como ambulatoriamente.

Posibles efectos secundarios:

-En la zona donante: moretones, hinchazón, hipersensibilidad, e incluso puede haber drenaje de líquido anestésico durante las primeras 24 horas.
-En la zona tratada: moretones, hinchazón, y/o hipersensibilidad.
-El hinchazón aumenta hasta aproximadamente el tercer día, pero luego poco a poco va decreciendo hasta desaparecer. Tras pasar aproximadamente de una semana a diez días los pacientes se sienten bien como para salir y reanudar una vida social normal. Si ha salido algún moretón, éste (o estos) podrían permanecer visibles durante un poco más de tiempo, pero se pueden ocultar razonablemente bien con el maquillaje.

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