Preguntas frecuentes sobre Alergia y sus causas

¿Qué es la alergia? ¿Qué tipos de factores la desencadenan? La Dra. Carolina Caporalini, Jefa del Servicio de Alergia de Grupo Gamma, nos aclara ciertas dudas acerca de cuáles son las causas de esta hipersensibilidad.

La alergia es una respuesta exagerada, una reacción de hipersensibilidad del sistema defensivo, sistema inmunitario, del paciente que identifica como nocivas determinadas sustancias inocuas. Algunas de ellas pueden ser los pólenes de algunas plantas o los ácaros del polvo doméstico, por ejemplo, que habitualmente son toleradas por la mayoría de las personas.

Esta respuesta inapropiada y equivocada, en lugar de ser beneficiosa, es claramente perjudicial para el paciente y produce una serie de alteraciones inflamatorias de la piel y mucosas, que originan los diferentes síntomas y signos de las enfermedades alérgicas que se describirán en esta nota.

¿Cómo se originan las enfermedades alérgicas?

Existen unos factores predisponentes genéticos y unos factores ambientales desencadenantes. Los antecedentes familiares son muy importantes. Se ha calculado que si uno de los progenitores es alérgico, la probabilidad de que el niño padezca alergia es aproximadamente del 50%. Si los dos progenitores son alérgicos, la probabilidad se acerca al 70%.

Es importante destacar que no se nace alérgico, se tiene una predisposición genética y, en función de los factores ambientales, la persona se hace alérgica a determinadas sustancias con capacidad de producir una respuesta inmunológica de hipersensibilidad y posteriormente alergia. Estas sustancias se denominan alérgenos.

Existen muchos tipos de alérgenos:

  • Inhalados o aeroalérgenos: pólenes, ácaros, epitelios de animales.
  • Alimentarios: proteínas de leche de vaca, huevo, frutas, frutos secos.
  • Fármacos: antibióticos, antiinflamatorios, anesté­sicos.
  • De contacto: níquel, cromo, perfumes.
  • Ocupacionales o laborales: látex, harina de trigo.
  • Veneno de insectos: abeja, avispa.

Todas estas sustancias pueden sensibilizar a la persona predispuesta, de modo que su sistema inmunitario produzca una serie de anticuerpos, habitualmente del tipo inmunoglobulina E (IgE) contra estos alérgenos. Estos anticuerpos tipo IgE se fijan a la superficie de unas células llamadas mastocitos, localizadas en la piel y mucosas, y basófilos, circulantes en el torrente sanguíneo. Cuando el paciente vuelve a tener contacto con el alérgeno se produce una interacción con la IgE fijada a dichas células y se efectúa un cambio conformacional en la superficie de estas células, que liberan una serie de mediadores.

En el caso de los alérgenos de contacto, el mecanismo de hipersensibilidad implicado es de tipo retardado mediado por células (linfocitos). Los alérgenos de contacto sensibilizan a los linfocitos y, cuando el paciente vuelve a tener contacto con dichas sustancias, liberan una serie de mediadores proinflamatorios que provocan los síntomas y signos característicos de la dermatitis alérgica de contacto.

Fuente: Dra. Carolina Caporalini, Jefa del Servicio de Alergia de Grupo Gamma

 

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