Hiperuricemia

Es asintomática. Se asocia principalmente a hipertensión, elevado riesgo cardiovascular e insulinorresistencia. Puede producir consecuencias nocivas, como enfermedades renales o articulares. El Dr. Bernardo Palou, integrante del Servicio de Clínica Médica de Grupo Gamma, nos interioriza sobre esta patología.

El Ácido Úrico es una molécula producida por el hígado al metabolizar las “purinas”, sustancias contenidas en los alimentos (principalmente vísceras, carnes, caldos, embutidos y bebidas alcohólicas), y generadas por nuestro propio organismo como producto de sus diversos procesos metabólicos. Luego de ser volcado al torrente sanguíneo, y debido a que no es utilizado ni degradado por los tejidos del cuerpo, el Ácido Úrico debe ser eliminado. El principal órgano encargado de esta tarea es el riñón, que a través de la orina elimina las dos terceras partes del Ácido Úrico, siendo el intestino la vía del tercio restante.

La acumulación de Ácido Úrico en el organismo puede tener nocivas consecuencias:

-Enfermedades renales: litiasis, nefropatía aguda y crónica
-Enfermedad articular – Gota: artritis aguda, artropatía crónica, gota tofácea.

Normalmente el Ácido Úrico puede hallarse en sangre en niveles de 2 a 7 mg/dl.

La Hiperuricemia, definida arbitrariamente por niveles de Ácido Úrico en sangre superior a 7 mg/dl, es causada, en casi el 90 % de los pacientes, por una deficiente excreción urinaria y en el 10 % restante, es consecuencia de un aumento en la producción. Si bien esta condición es asintomática en numerosos pacientes, se asocia a hipertensión, elevado riesgo cardiovascular e insulinorresistencia.

La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre en ayunas (análisis de rutina habitual) y en caso de confirmarse los niveles elevados o enfermedad manifiesta, se dispone de tratamiento dietético y farmacológico altamente efectivo; si bien esto último está indicado solo en determinados pacientes.

Fuente: Palou Bernardo; Clínica médica

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