Claves de los primeros seis meses de Macri

Acontinuación se presentan conceptos sobre la economía argentina, vertidos por los expertos, teniendo en cuenta la herencia del gobierno kirchnerista y los primeros seis meses del Gobierno macrista:

ALDO PIGNANELLI

– Déficit fiscal:

“En el acumulado, los ingresos primarios subían al 29,5 % en los primeros 4 meses del año y el gasto primario al 24 %. Pero, ojo, los subsidios sólo aumentan un 17 %, las transferencias a provincias para obras públicas un 4 % y la obra pública e inversión directa baja un 3 %. Esto es nominal. Entonces, si le agregamos el 40 % de inflación acumulada, la caída en los rubros obra pública, subsidios y transferencias es del 50 %. El tema fiscal todavía es un problema. Tomó un déficit primario de 4,8 %, que si le agregamos la deuda, es el 7 % del PBI. Y posiblemente haya una mala noticia por este lado y tengamos un déficit superior al del año pasado”.

– Emisión monetaria:

“El Gobierno anterior venía emitiendo al 42 % anual, sin respaldo, porque las reservas caían y no había flujo de capital. En febrero , el nuevo Gobierno baja al 25 % la emisión monetaria, en marzo vuelve a subir casi al 30 % y en abril regresa al 25 %. El nivel de base monetaria que encontró el Gobierno en diciembre era $622 mil millones, al 24 de mayo eran 579 mil millones. Bajó la base monetaria, pero emitió Lebacs. Cuando Macri asumió había $ 260 mil millones en Lebacs, menos de la mitad de la base monetaria. Al 24 de mayo están prácticamente equilibradas , las Lebacs son tanto como la base monetaria. Aviso de luz roja, porque las Lebacs están pagando 36 % y esto provoca un pedal financiero que genera un problema a futuro. El costo de mantener este volumen de Lebacs se está tornando insostenible y requiere todo un replanteo”.

 

– Inflación:

 

“Lamentablemente, en estos últimos meses no hubo buenas noticias. Con el Gobierno anterior venía siendo de entre 28 y 30 %. Comenzó a subir nuevamente por la devaluación de diciembre y el ajuste de tarifas y hoy es del 41 % anualizada a abril. La inflación acumulada a abril está en el 20%, en 2016 va a estar entre el 38 % y el 40 % anual. Es un problema serio. Por ahora, por más que es loable reconocer que hay la promesa de reducirla no se puede alcanzar”.

– Balanza comercial:

“Perdimos la balanza comercial. En los primeros 4 meses el acumulado sigue estando en negativo o equilibrado, a pesar de la etapa de mayor soja. La debacle de la balanza comercial comenzó en 2012 cuando el Gobierno empezó a atrasar el tipo de cambio”.

– Nivel de actividad:

“Probablemente el PBI 2016 termine con una caída de entre el 1,5 % y 2 %, esto va a depender mucho de la inversión. El producto bruto industrial ya lleva tres trimestres con caídas del 2 %, sobre todo la siderurgia, que esta zona la siente mucho por la fuerte competencia china. Las ventas en supermercados caen un 4,6 % en términos reales. Esto es raro en Argentina, por lo que la inflación está pegando mucho en el consumo de alimentos. Ventas en shopping caen 8,6 % y las ventas minoristas un 4,8 %. Aumentó el patentamiento de autos un 5 % en abril, por el efecto Brasil, y las ventas a los concesionarios aumenta un 31 %. Vendemos más autos pero brasileros”.

– Inversión Extranjera Directa:

“Lamentablemente, hasta ahora, no hay buenas noticias. Acabo de venir de Estados Unidos y se ve a la Argentina con otros ojos, pero inversión directa productiva, por ahora no viene y esto es clave”.

 

GONZÁLEZ FRAGA

– Herencia:

“A diferencia de la situación de 2001, esta no era una situación reconocida públicamente. El 85 % de los argentinos no consideraba que estábamos frente a una grave situación económica. El Gobierno anterior tuvo la inteligencia y la perversidad de entregar un país al borde del colapso. Una situación de precios que estaba por volcarse casi en hiperinflacionaria y estábamos al borde del agotamiento energético, sin embargo, la sociedad vivía una situación de crecimiento. Según el Indec, el PBI creció 2 % el año pasado. Y esto lo hacía mucho más difícil, porque, a diferencia del 2001, no había una consciencia en la sociedad de las correcciones que había hacer. Solamente unos pocos eran conscientes que la situación de consumo era insostenible”.

– Plan económico:

 

“El Gobierno de Macri hizo una mezcla de shock y gradualismo. Se pudo hacer de shock en algunas cosas: la salida del cepo, la eliminación de retenciones, un plan monetario distinto basado en colocación de Lebacs, el arreglo con los holdouts, que se hizo en tiempo récord. Pero acá hay un plan económico, que podrá ser exitoso o no, pero que no cae en la ingenuidad política, sino que está subordinado a un objetivo político, que es ganar el año que viene. Generar condiciones para tener éxito en 2017, porque no puede haber peor noticia económica que un fracaso político de la gestión de Macri el año que viene. Inmediatamente se transformaría en un pato rengo y por lo tanto se demorarían las inversiones. Creo que Macri tiene todo lo necesario para ganar en 2017 y por eso el apresuramiento en tomar las medidas que tienen costo político y por eso la mezcla de shock y gradualismo. Este último se ve en la reducción de la inflación y el déficit fiscal porque haber hecho esto en shock hubiera sido hacer lo que Cristina Fernández quería que hiciéramos, era lo que nos dejaron preparado para que volviera el kirchnerismo. Por eso, este plan económico trata de no caer en la trampa que nos dejó, inteligente pero perversamente , el Gobierno anterior”.

– Segundo semestre:

“Para lo que resta del año se aspira a transitar de esta situación de ajuste a una de crecimiento, de la mano de un programa monetario que ahora es posible porque va a contar con un financiamiento externo , como para augurar una tasa de expansión más cercana al 20 % que al 40 % que heredó, más allá que esta caída de la tasa de expansión monetaria es mucho mayor que la caída del déficit fiscal, que va a costar arrimar al 4,8 %, que es el objetivo”. 

– Metas anti-inflación:

“Seguramente, el déficit fiscal va a estar en el 5 y algo por ciento. Pero esta es la condición para no generar un costo social muy grande y es lo que explica los compromisos que el Gobierno está asumiendo con la ampliación de la AUH, de la cobertura jubilatoria y el mantenimiento de una cantidad de programas sociales. Esto va dar lugar a un plan de metas antiinflacionarias, que se va a hacer efectivo a partir de enero de 2017. Si todos nos ponemos de acuerdo en cuál es la inflación tolerable y el aumento de salarios, consistente con lo que va a decidir el Gobierno, no tiene por qué haber recesión. Cuando funciona por las buenas, la tasa de interés acompaña a la baja. Pero por las malas, subiendo las tasas de interés, no funciona, genera problemas, como pasó en Brasil. Lo importante es que la meta de inflación debe ser compartida por todos, y no solo pensada por un presidente de un Banco Central. Tiene que ser impuesta por el presidente de la República, pero escuchando a todos los sectores para que pueda ser un camino de descenso gradual sin costo recesivo. Y esto es lo que vamos a tener a partir de enero del año que viene”.

– Obra pública:

“El Gobierno se apresuró en la negociación con los holdouts hasta casi debilitando la capacidad de negociación para lograr un acuerdo rápido y poder detonar un proceso de financiamiento de obras públicas, que está básicamente en dos programas, el del AMBA y el del Plan Belgrano, ambos por US$ 12 mil millones en un período de 4 años. Es cambiarle la cara al Área Metropolitana y cambiarle la calidad de vida a millones de habitantes del norte del país, que hoy sufren carencias”.

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