Oportunidades para la Región

Por Lic. Cristian Módolo -GEPE

Las oportunidades en la Región Rosario se plantean a partir de los cambios en el contexto económico del país siendo los motores que le imprimen su dinámica: el complejo sojero, la metalmecánica (ligada a la industria automotriz y de implementos agrícolas) y la construcción.

Estas tres actividades dan vida tanto al mercado laboral, en general, como a la dinámica del comercio y servicios, en particular. Por ello, cualquier regla que cambie las condiciones de estos tres sectores, alteran la lógica de la región, e incluso, su comportamiento. Cuando mejoran, Rosario y la región están mejor que la media nacional, pero si la perfomance es baja o mala, la región está peor que el promedio nacional. En efecto, el desempleo, la recaudación y la inseguridad son algunos de los indicadores más elocuentes de las recuperaciones y las caídas.

Así llegamos a que temas como la rentabilidad de una explotación sojera, el valor del dólar, la demanda brasileña de autopartes ó la rentabilidad del m2 de la construcción se transformen en referencias para monitorear las coordenadas regionales.

En este contexto, enmarcamos el nuevo escenario nacional. Los “cambios”, de aire, por ahora, auguran una perspectiva de reanimación de uno de los motores del crecimiento: el complejo sojero. Devaluación mediante, y reducción parcial de las retenciones, después, dieron vida al área núcleo de producción, en tanto que los otros dinamizadores, se hallan en situación, aún de stand by. Brasil con expectativas de crecimiento lenta para el 2017, -luego de caer 31 meses consecutivos-, y la construcción, con señales puestas en el blanqueo y en una tibia reanimación del crédito hipotecario concluyen el arco de posibildades para el primer semestre del 2017.

El escenario a futuro parece, definitivamente, dejar atrás, casi 15 meses de recesión –y la región Rosario adelantó la señal- . El desafío para aquellos buscadores de oportunidades será posicionarse en los mejores lugares de largada, por lo que superada la espesa niebla inflacionaria, reaparecerán, para los privados, cuestiones profundas y un tanto postergadas tales como: competitividad, innovación, productividad, costos de transacción, presión fiscal, crédito a largo plazo, entre otras.

Nuestra historia reciente ha estado marcada por ciclos económicos que cuando revierten tendencias, se manifiestan de prisa. El largo plazo en Argentina es una categoría muy peculiar y la experiencia enseña que un entramado productivo, cada vez más interdependiente, logrará más crecimiento y sustentabilidad si se generan redes de cooperación en aquellos ámbitos en los que tienen intereses en común.

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