¡No maten al campo!

Momentos de tensión, preocupación e incertidumbre vive el campo argentino.  La soja no para de caer en Chicago mientras sigue pesando sobre el mercado la estimación de una súper cosecha en el Hemisferio Norte. A pesar de que sobre el cierre de semana los resultados del Tour Pro Farmer, incrementaron las dudas respecto del volumen de la cosecha final de Estados Unidos. La mayoría de los analistas coincide en que el último informe de USDA está sobreestimando producción y deberá ajustarla en los próximos informes.

Además en el plano internacional no son auspiciosas las novedades que se conocen día tras día desde China. Los inversores casi no tienen fe en los esfuerzos de estabilización financiera que lanzó el gobierno hace un mes y se confirmó que la actividad del sector manufacturero chino se contrajo en agosto a su mayor ritmo en casi seis años y medio, debido a la debilidad de la demanda doméstica y de las exportaciones. Esto aumentó los temores de una fuerte desaceleración en la segunda mayor economía mundial. El futuro de la soja depende en gran medida de cómo sigue esta historia en el “gigante asiático”.

De esta forma la incertidumbre por la economía global, el “flight to quality” que se inició con la salida de dinero desde los emergentes y factores de oferta y demanda, son el coctel perfecto para seguir presionando sobre las cotizaciones de commodities agrícolas.

Asimismo, el clima en Estados Unidos muestra condiciones aceptables para la evolución de los cultivos. Durante la próxima semana se esperan días secos y cálidos seguidos por lluvias. Razón por la cual en los últimos días vemos una marcada disminución de la prima climática.

En este escenario de caída de precios, suba de costos y fuerte presión tributaria, las proyecciones muestran resultados de quebranto para todos los cultivos, tanto en campo arrendado como en campo propio para gran parte del país. Las negociaciones de alquileres vienen complicadas, en las que los negocios en quintales fijos muestran que una mayor proporción de los pagos se harán a cosecha. Hay negocios a porcentaje y pagos a cuenta de un porcentaje, en vista de que los arrendadores necesitan cubrir costos fijos. Mientras tanto, las necesidades financieras se acrecientan de cara a la nueva campaña y las posibilidades de financiación están limitadas.

Ante este panorama el Comité de Enlace de Entidades Agropecuarias que integran la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), resolvieron efectuar un paro agropecuario entre 24 y el 28 de agosto y que incluye un cese a la comercialización de granos y ganado en pie.

El reclamo del sector es claro. Es necesario eliminar los sistemas de cuotas, cupos y restricciones a todos los productos para transparentar el mercado y es imprescindible dar de baja las retenciones que afectan la exportación trigo y maíz. Precisamente diferentes estimaciones privadas señalan una fuerte caída del área destinada a maíz de primera e incluso reducción del área de soja para el norte del país. La situación es límite y las políticas internas siguen perjudicando al productor.  

Por Lic. Adriano Mandolesi, Analista Roagro S.R.L/ Consultor de Empresas

Comentarios