El supercontrato entre Intel y Barcelona, en peligro por Nike

Primeros días del mes de diciembre de 2013. La industria del deporte en general y del mundo del fútbol en particular se convulsiona después de conocer la nueva alianza alcanzada entre uno de los clubes más importantes del mundo, el FC Barcelona, y una de las compañías más prestigiosas e igualmente importantes del planeta: la multinacional Intel. Hoy, algo más de un año después, la relación que se acordaba sería para varios años podría suspenderse e incluso romperse de forma prematura por un asunto relacionado con la misma sobrevenido que afecta de manera directa a otro de los principales sponsors y patrocinadores del club.

Un acuerdo muy importante

Desde aquel 12 de diciembre en el que se firmó el Convenio entre las partes participantes en el mismo, esto es,FC Barcelona e Intel, los términos de dicho acuerdo comenzaron a inundar los medios de comunicación deportivos (y también generalistas al igual que las redes sociales) como consecuencia de los mismos. Y no era para menos.

El FC Barcelona e Intel habían acordado estar vinculados durante los siguientes cinco años, hasta el año 2018, a razón de 5 millones de euros por temporada, un acuerdo lo suficientemente importante como para que rápidamente llamara poderosamente la atención. Pero si de verdad hubo algo que llamó la misma en dicho acto no fue otra cosa que la manera de activar dicha relación que puso en marcha Intel.

Intel Inside, ¿una estrategia acertada?

Una de los aspectos que más llamó la atención durante la presentación del acuerdo  fue la manera práctica en la que se plasmaría dicha relación: a través del logo de Intel Inside en la camiseta azulgrana pero….por el interior de la misma. Es decir, el logo de la compañía no estaría visible a menos que durante los encuentros, muy probablemente en los casos de celebración de algún gol, el jugador en cuestión se levantara la camiseta y mostrara el reverso de la misma para que el logo de la multinacional norteamericana fuera apreciable, algo que generó suspicacias en el propio entorno de Intel en cuanto a la rentabilidad que a este patrocinio le podrá sacar.

La premisa de la que partía Intel en su estrategia era, hasta cierto punto, incluso digna de admiración. Al menos, en la teoría. Intel es la principal productora de procesadores y tecnología en el ámbito de los ordenadores y la informática. Se dio a conocer, fundamentalmente, por el desarrollo de sus conocidísimos procesadores, elementos que no son visibles en los equipos informáticos puesto que van en el interior de las carcasas pero que son, de igual modo, sumamente apreciados por los consumidores. 

Bajo esa perspectiva, Intel pretendía repetir el éxito de su patrocinio con el FC Barcelona con los mismos argumentos. Partiendo de que sus productos estrellas son elementos internos de los ordenadores, no visibles al menos a primera vista, el paralelismo a la hora de trasladar la idea a la camiseta de un club de fútbol, en este caso del FC Barcelona, era más que digno de elogio: en el reverso de la camiseta, internamente, como sus procesadores en los ordenadores.  Y sin embargo, aquella estrategia, que contó tanto con detractores por la poca visibilidad que la misma reportaría a la marca como por defensores, que consideraban un auténtico éxito la manera de activar la relación con el Barcelona por parte de la marca, está a punto de costarle más de un disgusto al FC Barcelona que podría ver como uno de sus contratos más rentables que tiene comercialmente hablando en la actualidad pende de un fino hilo que podría dar al traste con el mismo tan sólo un año después y por culpa, precisamente, de otro de sus más importantes patrocinadores.

El supercontrato entre Intel y el Barça, en peligro por Nike

Nada más ver la luz el acuerdo alcanzado, el FC Barcelona encargó a su sponsor técnico, la multinacional norteamericana Nike, la impresión a gran escala en todas las camisetas del club, las oficiales que utilizarían los jugadores y las réplicas que se venderían en las tiendas oficiales, del logotipo de Intel en el reverso de la misma en base a los términos contractuales alcanzados en el Convenio firmado con Intel. Más sin embargo, el club se encontró con una respuesta que no esperaba y que inundó de preocupación a la por entonces directiva del club azulgrana encabezada por Sandro Rosell.

Así, Nike informó al club que, desde un punto de vista técnico, era materialmente imposible imprimir el logotipo de Intel en el reverso de la camiseta puesto que la misma, dicha impresión por el interior de la elástica azulgrana, traspasaba la camiseta y se podía apreciar claramente con en el anverso de la camiseta. Todo ello impedía alcanzar unos estándares de calidad mínimo exigidos por Nike en todas sus prendas, por lo que se suspendión de manera momentánea la impresión de dicho logotipo hasta hallar una solución viable al respecto.

Sin embargo, un año después, ni Nike ni el club han alcanzado a vislumbrar una solución al respecto y el logotipo de Intel sigue sin aparecer en la camiseta azulgrana, algo que ha comenzado a colmar la paciencia de los norteamericanos que ya han trasladado al club la necesidad de encontrar un modo de cumplir con los términos pactados en el contrato o, por el contrario (y en el mejor de los casos) proceder a una ostensible modificación en las condiciones del mismo que pasaría, indudablemente, por una disminución en las cantidades a recibir por el club.

Desde el club ya trabajan de manera conjunta con Intel para tratar de encontrar otros soportes y otras formas de patrocinio igualmente atractivas para la marca sin que ello suponga una depreciación del contrato firmado y sus cantidades, aunque desde Intel ya han dado una fecha tope: si a final de la presente temporada no se encuentra una solución al respecto, los norteamericanos romperían de manera unilateral el contrato amparándose en un incumplimiento continuado de las condiciones pactadas por parte del club.

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