Apenas un par de semanas después de confirmarse su retirada oficial de la alta competición, el velocista jamaicano Usain Bolt trata ahora de reorganizar su futuro en torno a su principal mina de oro: su propia marca.
Así, el Rey de la Velocidad se ha pasado, una vez confirmado su adiós al atletismo profesional, al mundo de los negocios. Y para comenzar, no se le ha ocurrido mejor aventura que la apertura de una red de franquicias de comida rápida jamaicana en el Reino Unido.
De este modo, y durante los próximos cinco años, la cadena de franquicias Franjam, de la que es uno de sus principales socios, abrirá en las islas hasta un total de 15 restaurantes de comida rápida jamaicana donde los visitantes y clientes podrán degustar algunos de los platos típicos del pequeño país americano.
Puede resultar paradójico, máxime cuando estamos hablando del hombre más veloz del planeta. Pero Usain Bolt siempre ha sido un amante de la comida rápida. De hecho, es conocida su afición a este tipo de comida, tan poco recomendada en el mundo del deporte, después de publicarse su propia biografía, en la que cuenta que en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, año de su consagración, se alimentaba casi en exclusiva de nuggets, llegando a ingerir hasta cien diarios repartidos entre las diversas comidas.
A pesar de no ser la dieta más adecuada para un deportista, Bolt se proclamó Campeón Olímpico en dos de sus especialidades, los 100 y 200 metros lisos, en ambos casos estableciendo nuevos récords mundiales que fijó en 9.69 y 19.30 segundos respectivamente.
