“Ninguna PyME gastronómica puede sostenerse quince días sin ingresos”

Hablamos con los representantes de los dos paseos gastronómicos más importantes de Rosario acerca de la situación

Día 18 de cuarentena y faltan, en principio, otros 13 para cumplir con la prórroga que estableció el gobierno de Alberto Fernández. Los bares de los dos polos gastronómicos de Rosario, Pellegrini y Pichincha, permanecen con sus puertas cerradas y el grueso de los empleados, en sus casas. Los únicos que recorren las calles son los deliverys y cadetes que llevan la comida por encargue de algunos de los pocos que siguen encendiendo sus cocinas. La situación de los gastronómicos ya encendió todas las luces de alarma posibles, mientras que desde las distintas agrupaciones auguran que muchos emprendedores comenzarán a quedarse en el camino.

Según Alejandro Pastore, presidente de Paseo Pellegrini, “hay menos de diez locales trabajando bajo los formatos de delivery y mostrador. Prácticamente treinta han debido cerrar sus puertas”. Del otro lado, Leandro Iriarte, vocero de Mercado Pichincha, describió un cuadro similar: “Entre el 80 y el 90% de los lugares están totalmente cerrados. Los restantes funcionan con delivery acotado”.

En cuanto a las probabilidades de la mayoría de estos locales de poder retomar su actividad normal una vez finalizada la cuarentena, ambos se mantienen escépticos. “Creo que muchos se van a quedar en el camino”, dijo Iriarte. Mientras que Pastore contempló: “Ninguna PyME puede sostenerse sin ingresos más de treinta días. Diría que las gastronómicas no pueden hacerlo ni por quince días”. 

Ni siquiera aquellas que siguen aprovechando el delivery parecen poder paliar la crisis. “Simplemente sirve para mantener a algunas personas trabajando dentro de la nómina. Se está facturando un 5 o 10% de lo que se facturaba”, afirmó Iriarte. Además, comentó que algunos cadetes han sufrido “algunas situaciones de inseguridad” que hacen que el servicio sea poco atractivo para las firmas. El presidente de Paseo Pellegrini explicó también que las aplicaciones de pedidos también implican un alto costo: “Las comisiones son muy significativas y arrancan de no menos de un 20% más IVA”. El aumento de la cantidad de pedidos tampoco logró mermar el efecto del cese de circulación de público; según Pastore, hubo incrementos en algunos casos de hasta el 50%, pero la rentabilidad no llega a cubrir ni un 10% del costo total del negocio.

Ambos coinciden en que sin una ayuda del Estado, la continuidad de los negocios se verá seriamente comprometida. “No hemos recibido ningún tipo de ayuda porque, en líneas generales, se han abocado al 100% a la cuestión sanitaria, en lo cual coincidimos. Lo primero es la salud. Sin embargo, el problema socioeconómico también va a repercutir en la salud”, afirmó el vocero de Pichincha. “Estamos virtualmente con las puertas cerradas y sacar la situación adelante ya no va a depender de la habilidad que se tenga para manejar el negocio, sino de una medida contundente en los tres estamentos del Estado que permita darle aire a las PyMEs”, concluyó Pastore.

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