De tres máquinas de coser a casi tres décadas como la marca del deporte

Cumple 29 años y lo celebra con una gran ampliación, y su primer lote de indumentaria de exportación.

La marca de indumentaria deportiva Sonder cumple 29 años de vida. La firma rosarina que nació en un pequeño local con tres máquinas de coser, hoy emplea a 160 trabajadores en su fábrica de barrio Abasto y se amplía para mejorar así su capacidad productiva.

“Empezamos en un local en la galería Jardín, por calle Mitre y la cortada Ricardone. Éramos mí marido, tres costureras y yo, “, cuenta Silvana Dal Lago, la mujer clave detrás de la marca de indumentaria de nuestra ciudad que se convirtió en sello del deporte nacional.

Visten a distintas selecciones, son la camiseta del deporte rosarino y una de las empresas líderes en la industria de indumentaria deportiva del país. Desde el 2020 Sonder se embarcó en un plan de negocios que implicó una inversión millonaria con el objetivo de ampliar su capacidad productiva. Actualmente en obras, la fábrica logró comprar varias propiedades linderas a su sede en calle Mitre entre 27 de Febrero y Gálvez, y el mes próximo estrenará la ampliación de su espacio en la que lograron unir dos sectores para sumar metros cuadrados a las áreas de confección de prendas y con ello, nuevos puestos de trabajo.

“En esta pandemia pudimos hacer varias compras de propiedades linderas a nuestra planta. Nos vino muy bien, tenemos una industria que emplea mucha mano de obra y es difícil trabajar en un lugar alejado como un parque industrial. Como es una industria sana y tenemos claro que no nos queremos mover del lugar donde crecimos”, contó Dal Lago sobre la ampliación de su marca.

Logran así unificar los dos talleres de costuras que ya tenían, mejorando y optimizando así sus procesos productivos. La inversión no solo es en su estructura, la empresa suma en la brevedad nueva maquinaria con tecnología de estampa, una apuesta de unos 18 millones de pesos para el área.

La apuesta además, les permite sostener el espíritu de la fábrica local: ser una vidriera del deporte, dónde se reciben visitas permanentemente y conservar la cancha de voley que tienen en la misma planta dónde entrena su equipo.

La decisión no es casual. Sonder creció año a año y hoy se posiciona como uno de los principales proveedores de indumentaria deportiva en todo el país. “Estamos a tope de nuestra capacidad productiva”, destaca Silvana. La firma concretó este año su primer lote de exportación a Chile. “Fue una buena oportunidad, pero no es nuestro principal objetivo exportar, seguimos apuntando al mercado local y nuestro objetivo es crecer en producción, en costura, en logística y abastecer a un mercado que en este contexto nos posicionó en la demanda interna”.

Sonder estableció también un convenio con autoridades municipales y provinciales para brindar pasantías en formación de costureras. “No es un oficio fácil de conseguir personal, realmente nos cuesta, por eso queremos aprovechar esta posibilidad que tenemos de sumar puestos de costureros para brindar esos puestos y sacar provecho también de lo que hace el Estado que tiene varios cursos de oficio en marcha”, destacó.

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