Un ejemplo de integración regional

Molinos Los Grobo es una de las unidades de negocios más importantes del Grupo, con presencia en Argentina y Brasil. En el año 2006, un año después de la compra de Molino Canepa de Chivilcoy, Los Grobo inicia la distribución de harina en el mercado brasileño. A esa actividad se sumaría la importación y la producción, y seis años más tarde, en 2012, comienza a operar el Molino Jundiaí, un establecimiento tradicional ubicado en el Estado de San Pablo, “de diagrama largo y conservado”, como señala Pablo Gabarró, Gerente General de Los Grobo Agroindustrial de Brasil.

Hoy, apenas cuatro años más tarde, el Molino de Jundiaí está operando al 90% de su capacidad, lo que le permite producir unas 6000 toneladas mensuales de molienda. El molino funciona los siete días de la semana con escasas interrupciones, para lo cual cuenta con más de 80 empleados. La producción está a cargo de Lucas Esposito y la comercialización, en manos de Gerson Drezza.

Entre los productos envasados se destacan harinas de panificación de diferentes categorías que van desde Premium, utilizada para panes de alta calidad, hasta harinas para uso industrial, masa dulce o productos especiales, como pan de hamburguesas, viena, hot dog, etc. Asimismo, se encuentra a punto de lanzar harina para pan integral, que comenzará a comercializarse a partir de julio. Más del 40% de las harinas se comercializan a panaderías y panificadoras; el 35% a industrias de panes congelados; casi un 12% a industrias, y un 11% a mayoristas y distribuidoras.

Molinos Los Grobo de Brasil funciona fuertemente integrado con la división industrial de Argentina. “En lo que se refiere a análisis de mercado, estamos en contacto directo con la mesa de Los Grobo Agropecuaria, generando información de precios y vinculando los negocios en harinas donde participa también el área de exportación de harina desde Argentina”, señala Gabarró.

Por su parte, Lucas Espósito, Gerente de Producción, sostiene “Por ser Brasil un país donde mínimamente 50 % de su molienda se realiza con trigo importado, nuestro molino utiliza materia prima de Argentina, Paraguay, Uruguay, Estados Unidos y Canadá”. 

Los pronósticos comerciales son muy positivos.  “La marca Autentica gana terreno día a día en San Pablo, un mercado del tamaño de toda Argentina, con 40 millones de habitantes y muy competitivo, ya que todos los estados quieren vender allí”, explica Gabarró. “Para tratar de diferenciarnos de la competencia estamos apostando a las harinas fraccionadas, un nuevo negocio con el que esperamos hacernos fuertes en el interior Paulista”.

La compañía se prepara para enfrentar estos desafíos invirtiendo en la mejora de los procesos productivos. “Estamos en este momento en un proceso de reforma, instalando máquinas nuevas, optimizando la limpieza de trigo para lograr harinas blancas”, afirma Espósito. “También  incorporamos un nuevo sistema de transporte neumático desde el molino hasta los silos, consiguiendo así una inocuidad mejor en el producto y evitando la contaminación por roscas y elevadores”, añade.

Todo ello para afianzarse como uno de los principales productores y comercializadores de harina en el competitivo mercado de San Pablo. Y a juzgar por los resultados que han venido exhibiendo hasta el momento las perspectivas son sin duda alentadoras.

 

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